Día del Cáncer de Mama

Compromiso con el Sistema Nacional de Salud

Montserrat Domènech, presidenta de FECMA
Por Montserrat Domènech
Presidenta de FECMA
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Nuestra Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA) y las 41 asociaciones federadas señalamos el 19 de octubre como el Día Internacional del Cáncer de Mama. Es un buen momento para reiterar nuestro compromiso con un Sistema Nacional de Salud de gestión pública que ofrezca una atención integral, personalizada, multidisciplinar y de calidad, de acceso universal y gratuito y financiado con los impuestos.

Estamos convencidas de que la solidaridad, la resolución de las desigualdades sanitarias y el trabajo a favor de la equidad debieran representar una línea estratégica del conjunto de las administraciones sanitarias que gestionan el Sistema Nacional de Salud, garantizando una Cartera de Servicios única y común, con independencia de la administración gestora, para que todos los pacientes tengan las mismas prestaciones y servicios con independencia de su lugar de residencia.

Solo la coordinación y el compromiso de las administraciones sanitarias responsables del Sistema Nacional de Salud hará posible eliminar cualquier desigualdad territorial que pudiera detectarse en el acceso a los mejores diagnósticos, a las terapias más innovadoras y los fármacos más eficaces. La igualdad y la no discriminación territorial deben ser objetivos a conseguir plenamente.

Detección precoz

Apoyamos la investigación, la innovación, los ensayos clínicos y la participación en ellos de los pacientes y defendemos los programas de detección precoz. Mantenemos nuestro compromiso de incentivar la participación de las mujeres en las campañas de detección precoz, promovidas y gestionadas por el sistema público de salud.

Como ciudadanas y como pacientes creemos que nuestro Sistema Nacional de Salud debe incorporar reformas para adaptarse a las nuevas necesidades y responder con acierto a las nuevas realidades sociales, pero afirmamos que no se necesita un cambio de Sistema.

Esos cambios también deben ser útiles para responder mejor a las demandas sanitarias de las mujeres, teniendo en cuenta sus necesidades clínicas y prestando una especial atención a las personas con metástasis. Se necesita que los sistemas públicos de salud sean sensibles a las realidades específicas de las mujeres y que contribuyan a una mejora de su bienestar y de su calidad de vida.

El valor de la salud

No nos asustan los debates, sabemos que los avances y las innovaciones en la sanidad tienen, en ocasiones, un coste elevado, pero no queremos que esos debates necesarios sirvan de excusa para que el paciente no reciba los mejores tratamientos posibles o que se utilicen para socavar el valor y el prestigio contrastado de nuestra sanidad pública.

La salud de las personas puede tener un precio, pero por encima de ello, la salud tiene un valor. La salud no es un simple dato presupuestario.

Nos importa y nos interesa que se diseñen y desarrollen estrategias en búsqueda de la mayor eficiencia en la gestión sanitaria, sin olvidar que en esa búsqueda el objetivo último es mejorar la salud de las personas. Señalamos nuestro interés en fomentar, también en el ámbito sanitario, una cultura compartida de la calidad y del prestigio.

Nos preocupa que para ajustar las cuentas públicas, los recortes del gasto público afecten de forma importante a la financiación de los diferentes capítulos de la sanidad. Nuestra sanidad pública conserva entre usuarios y pacientes prestigio y confianza. Si esos valores se deterioran, asistiremos a la crisis de un derecho básico, como es el derecho a la salud.

Pacientes emponderados

Sin ánimo de interferir en temas ajenos a nuestras competencias pensamos que quizá fuera bueno debatir y reflexionar sobre la utilidad de dotar de un carácter finalista a las partidas presupuestarias destinadas a financiar la sanidad pública. Nuestro Sistema Nacional de Salud necesita corregir las diferencias en la financiación.

Mantenemos nuestro compromiso de avanzar para disponer de pacientes activos, informados, empoderados y autónomos, capaces de tomar decisiones que afectan a su salud, disponiendo para ello de una información objetiva, veraz, completa y comprensible.

Desde nuestra Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), como parte integrante del movimiento asociativo de pacientes, aspiramos a ser reconocidos como agentes sociales en el diseño e implementación de las políticas sanitarias.

Reiteramos la reivindicación de una atención específica de aquellas mujeres donde se manifiesta la relación entre fertilidad, maternidad y cáncer de mama y de una evaluación de los riesgos de presentar síndrome hereditario de cáncer.

Registros homogéneos

Seguimos sin entender por qué no existen aún en todas las Comunidades Autónomas registros homogéneos y actualizados de tumores.

En el ámbito oncológico insistimos en la atención a los problemas laborales; a la asistencia psicosocial; a una mejor gestión de las listas de espera; a la rehabilitación física; a los cuidados paliativos y a los efectos de los síntomas de cronicidad.

Como hemos manifestado siempre, nuestra Federación Española de Cáncer de mama (FECMA) manifiesta su voluntad de colaborar para alcanzar un verdadero Pacto de Estado en defensa de la sanidad pública en el participen las Administraciones Sanitarias, los grupos políticos con representación parlamentaria y todos los actores implicados, incluido el movimiento asociativo de pacientes.

Las mujeres con cáncer de mama, como ciudadanas conscientes, queremos una sociedad dinámica donde nadie sobra; formada por hombres y mujeres iguales que se esfuerzan para compartir un futuro mejor; una sociedad más activa, cohesionada y justa, que apoya iniciativas generadoras de igualdad, generosidad y solidaridad.