La AEN recuerda que los pacientes tienen mayor probabilidad de ser víctima de abusos

Los trastornos mentales no favorecen las conductas violentas

Publicado el por Somos Pacientes

La Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) ha emitido un comunicado para recordar que, a pesar del prejuicio ampliamente extendido según el cual las personas con un trastorno mental actúan de forma violenta e imprevisible, no solo el diagnóstico de un trastorno mental no favorece la aparición de conductas violentas, sino que incluso este colectivo de pacientes tiene una mayor probabilidad de ser víctima que perpetrador de abusos y agresiones.

Como indica la AEN, “en las últimas semanas hemos asistido a una serie de acontecimientos trágicos en los que se han visto implicadas varias personas diagnosticadas de enfermedad mental. Y fatalmente amplificada por la cobertura que de este tipo de sucesos realizan algunos medios de comunicación, la alarma social que generan estos casos potencia la errónea vinculación entre el diagnóstico de un trastorno mental y la predisposición a actuar de forma violenta”.

Prejuicios erróneos

Numerosos estudios han constatado que el diagnóstico de un trastorno mental no favorece la aparición de conductas violentas en un porcentaje mayor que en el resto de la población, así como que, en realidad, los pacientes tienen una mayor probabilidad de ser víctimas que perpetradores de abusos y agresiones.

Sin embargo, como denuncia la AEN, “existe un sólido y muy extendido prejuicio según el cual las personas con un trastorno mental actúan de forma violenta e imprevisible, lo que conduce a comportamientos de miedo y rechazo hacia ellas. Todavía hoy, esta falsa creencia está hondamente arraigada en nuestra sociedad y condiciona no solo el aislamiento social de estas personas y el tratamiento informativo de ciertos sucesos o la actuación puntual de las fuerzas de seguridad, sino también la orientación de unas políticas que, desgraciadamente, tienden más hacia el control y la contención que hacia el fomento de la recuperación y la vida en la comunidad”.

El resultado es que, lamenta la Asociación, “la ecuación entre enfermedad mental y violencia contribuye a generar más discriminación, exclusión social y sufrimiento del que ya padecen gran parte de estas personas, causando sentimientos de vergüenza y socavando su ya mermada autoestima y la confianza en sus posibilidades de llevar una vida más o menos normalizada. De hecho, muchas de ellas llegan a asumir de tal modo estos estereotipos, que creen que no merecen ni siquiera ser tratadas o vivir como el resto de los ciudadanos”.

Daño a los pacientes y su entorno

Por todo ello, la AEN manifiesta en su comunicado su “gran preocupación por el daño que la circulación y la pervivencia de estos clichés causa ante todo en las personas diagnosticadas, pero también en sus familias, amigos y en todos aquellos que trabajamos para intentar mejorar su bienestar”.

Una preocupación aún mayor, si cabe, por “la relación que se ha establecido –indica el comunicado– en algunos casos entre el hecho de padecer una enfermedad mental, no tomar medicación y mostrar un comportamiento violento. Este planteamiento no solo tiende a cosificar a las personas tras su supuesto diagnóstico, sino que plantea un falso dilema, pues ni todas las personas con un trastorno mental precisan tratamiento farmacológico de forma permanente, ni la toma de medicación garantiza que no existan recaídas más o menos frecuentes, síntomas persistentes o un sufrimiento inveterado”.

No en vano, recuerda la Asociación, “nos parece especialmente importante denunciar la incompleta e inadecuada implantación de un modelo integral y verdaderamente comunitario de atención y apoyo a las personas con trastornos mentales graves, pues creemos que lo que más contribuye a su mejoría es poder desarrollar una vida normal, con acceso al trabajo, a un salario digno, a la vivienda y a ser tratados con comprensión y respeto”.

Así, concluye la AEN en su comunicado, “comprendemos que es difícil que la dinámica propia de los medios de comunicación y su exigencia de inmediatez les permita prestar suficiente atención a la amplitud de matices y particularidades de cada caso en el que se encuentra implicada una persona diagnosticada de un trastorno mental, pero estamos firmemente convencidos de que huir de abordajes reduccionistas redundará en beneficio de todos.

Para leer el comunicado completo de la AEN, clica aquí.

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