La incorporación de la actividad física al abordaje integral de las personas con trastorno mental grave no solo mejora su salud física y bienestar emocional, sino que también reduce el gasto sanitario y favorece la inclusión social. Así lo confirma un estudio impulsado por la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental (Faisem), en colaboración con el Centro Andaluz de Medicina del Deporte y la Universidad de Almería. Según el estudio, la práctica regular de deporte reduce las recaídas, las hospitalizaciones y el consumo de psicofármacos, lo que se traduce en un ahorro medio de 127 euros por persona y mes en gasto farmacológico y hospitalario. Así, los resultados respaldan la inclusión de programas de actividad física en el futuro como una herramienta eficaz para optimizar la atención a estos pacientes.
El proyecto, que se ha desarrollado durante dos años, evaluó a 156 participantes ?la mitad en un grupo experimental sometido a un programa de actividad física y la otra mitad como grupo de control?. Los resultados muestran mejoras significativas en la composición corporal, la condición física, la reducción del tabaquismo y, especialmente, en el bienestar psicológico de los participantes que realizaron ejercicio.
Los responsables del estudio subrayan que las personas con trastorno mental grave tienen una esperanza de vida entre 15 y 20 años menor que la población general, debido a factores asociados como la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, la mala alimentación o los efectos secundarios de la medicación. Por eso, la actividad física se presenta como una intervención clave no solo para su salud física, sino también para su bienestar emocional y su integración social.
Un programa de deporte consolidado
Durante la presentación del estudio, representantes de la Consejería de Salud y Consumo, autoridades locales, miembros de la Comisión Andaluza de Deportes y Salud Mental y del movimiento asociativo han coincidido en la necesidad de consolidar este enfoque. Además, han defendido la importancia de reforzar las políticas públicas para garantizar el acceso al deporte como un derecho ciudadano y como herramienta esencial en los procesos de recuperación en salud mental.
El estudio reafirma la experiencia acumulada en iniciativas de Faisem y confirma el valor del deporte como una intervención integral que aporta beneficios físicos, emocionales y sociales. Para sus responsables, esta evidencia científica refuerza la necesidad de consolidar políticas de salud que integren la actividad física en la atención a la salud mental, considerando su impacto directo en la reducción del gasto sanitario y en la mejora del pronóstico de los pacientes.
El programa de deporte de Faisem, con más de 20 años de trayectoria, moviliza anualmente a más de 2.000 participantes y ha generado experiencias exitosas en toda Andalucía, como el Tiqui Taca por la Salud Mental, el Foro de Deportes y Salud Mental de Almería, las competiciones de Sevilla, Málaga y Jaén, o el Circuito de Deportes y Playa de Islantilla. Según Maraver, el deporte es un ?medicamento genérico y universal? que ayuda a proyectar una imagen positiva de las personas con trastorno mental, lejos de estigmas y prejuicios.
En el verano, muchas mujeres acuden a consulta porque notan cambios en su salud íntima, resultado de ciertas rutinas que influyen directamente. El calor, la deshidratación, el uso prolongado de ropa de baño mojada o los cambios en la higiene durante las vacaciones son factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir infecciones urinarias. En mujeres en etapa de menopausia este riesgo se intensifica sobre todo por los cambios hormonales que conlleva esta fase de la vida, pero solemos hablar poco de ello.
Frente a esto, calculamos que más del 10% de las mujeres mayores de 60 años padecen infecciones del tracto urinario de forma recurrente1. Este incremento de prevalencia tras la menopausia no es casualidad: la disminución progresiva de los niveles de estrógenos tiene un impacto directo sobre la salud del aparato urogenital2.
Así, durante la menopausia, el descenso hormonal provoca un adelgazamiento del epitelio urogenital, es decir, la capa de tejido que recubre las vías urinarias y genitales se vuelve más fino, menos elástico y más seco, haciéndolo más vulnerable a las infecciones. A su vez, cambia el equilibrio del microbioma local: aumenta el pH vaginal y disminuye la presencia de lactobacilos, aquellas bacterias beneficiosas que forman parte de la flora íntima femenina y que actúan como defensa natural frente a patógenos externos3.
Incremento con las altas temperaturas
Esta condición se agrava cuando el entorno vaginal cambia y facilita que microorganismos como Escherichia coli proliferen y se adhieran fácilmente a las paredes del tracto urinario. Y en verano, estos factores suelen intensificarse: las altas temperaturas favorecen el crecimiento bacteriano, y si además no se bebe suficiente agua, se reduce la frecuencia de micción, dificultando la eliminación natural de gérmenes4. A esto se suma el uso de ropa de baño húmeda durante muchas horas o a cambios en los hábitos de higiene, lo que hace que el ecosistema vaginal quede aún más expuesto.
Por esta razón, insistimos en la importancia de la prevención. Más allá de adoptar las recomendaciones y hábitos básicos como mantenerse bien hidratada, evitar prendas mojadas y cuidar la higiene íntima sin excesos, hay un recurso cada vez más respaldado por la evidencia científica: el uso los probióticos como estrategia complementaria para reducir la recurrencia de infecciones.
Los probióticos con cepas específicas de Lactobacillus, como Lactobacillus reuteri o Lactobacillus rhamnosus, pueden ser un gran aliado para prevenir infecciones urinarias, especialmente en mujeres posmenopáusicas. Estas bacterias beneficiosas ayudan a restaurar el equilibrio de la flora vaginal, a mantener un pH más ácido (menos favorable para los patógenos) y a reforzar la barrera mucosa, estimulando una mejor respuesta inmunitaria local5.
El uso de probióticos
Numerosos estudios han demostrado que el uso regular de estas cepas, ya sea por vía oral o vaginal, reduce de forma significativa la aparición de nuevos episodios de infección urinaria5. Frente al uso continuado de antibióticos, que conlleva el riesgo de generar resistencias y efectos secundarios, los probióticos se presentan como una opción segura, bien tolerada y eficaz. Debo destacar que no todos los probióticos ofrecen los mismos beneficios, por lo que es fundamental elegir productos con cepas avaladas por estudios clínicos, y contar con la orientación de un profesional sanitario antes de iniciar su uso.
La salud urinaria y vaginal en la menopausia merece una atención específica y el verano es un momento clave para no bajar la guardia. Esta etapa de la vida no debe asociarse con incomodidades ni limitaciones, sino con nuevas formas de cuidado adaptadas a los cambios naturales del cuerpo. Apostar por una prevención activa y basada en evidencia es la mejor forma de garantizar el bienestar y la calidad de vida.
Conocer bien los factores de riesgo, incorporar medidas preventivas en el día a día y apoyarse en herramientas como los probióticos puede marcar una gran diferencia. Cuidar la salud íntima durante la menopausia y especialmente en los meses de más calor no sólo ayuda a prevenir molestias, sino que permite vivir esta etapa con mayor tranquilidad y bienestar.
Autor:
Miguel Ignacio López Ramiro, médico especialista en medicina familiar y comunitaria, farmacéutico especialista en microbiología y probióticos y colaborador de Schwabe Farma
Caretto, M., Giannini, A., Russo, E., & Simoncini, T. (2017). Prevención de infecciones del tracto urinario después de la menopausia sin antibióticos. Maturitas, 99, 43-46. https://doi.org/10.1016/j.maturitas.2017.02.004
Jung, C., & Brubaker, L. (2019). Etiología y tratamiento de las infecciones urinarias recurrentes en mujeres posmenopáusicas. Climaterio : revista de la Sociedad Internacional de Menopausia, 22(3), 242?249. https://doi.org/10.1080/13697137.2018.1551871
Simmering, J. E., Polgreen, L. A., Cavanaugh, J. E., Erickson, B. A., Suneja, M., & Polgreen, P. M. (2021). Warmer Weather and the Risk of Urinary Tract Infections in Women. The Journal of urology, 205(2), 500?506. https://doi.org/10.1097/JU.0000000000001383
Gupta, V., Mastromarino, P., & Garg, R. (2024). Efectividad de la suplementación profiláctica con probióticos orales y/o vaginales en la prevención de infecciones recurrentes del tracto urinario: un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo. Enfermedades infecciosas clínicas: una publicación oficial de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas, 78(5), 1154?1161. https://doi.org/10.1093/cid/ciad766
Las fracturas por fragilidad, una de las principales consecuencias de la osteoporosis, generan un coste económico creciente para el sistema sanitario y un importante impacto social y sanitario. Se estima que estos eventos, derivados de la pérdida de masa ósea, suponen ya miles de millones de euros anuales y podrían superar los 5.500 millones si no se refuerzan las estrategias de prevención y tratamiento.
Una de las mayores preocupaciones de los expertos es el bajo porcentaje de pacientes evaluados y tratados tras una fractura, especialmente en el caso de las fracturas de fémur proximal, que están asociadas a una alta mortalidad. Según los especialistas, el porcentaje de pacientes que reciben una evaluación o tratamiento adecuado no alcanza el 20% en este tipo de fracturas. Por ello, consideran prioritario establecer estrategias de detección antes de la primera fractura, lo que requiere compromiso institucional y formación específica.
Los expertos insisten en que la detección precoz y el seguimiento activo son herramientas fundamentales para reducir el riesgo de fractura y sus complicaciones. Además, subrayan la importancia de garantizar la adherencia al tratamiento y de promover hábitos de vida saludables, como seguir una dieta equilibrada rica en calcio, vitamina D y proteínas, practicar ejercicio físico adaptado y aplicar medidas para prevenir caídas.
El abordaje desde Atención Primaria
Según datos de la International Osteoporosis Foundation (IOF), en España se producen cientos de miles de fracturas por fragilidad cada año, lo que afecta de manera directa a la calidad de vida de las personas que las sufren, estimadas en unos 2,8 millones. Estas lesiones tienen un impacto económico significativo, no solo por el coste de los tratamientos hospitalarios, sino también por las complicaciones asociadas y la pérdida de autonomía que provocan.
El papel del médico de Atención Primaria resulta esencial en el abordaje de la osteoporosis, tanto en la prevención como en la detección y el seguimiento de los pacientes en riesgo. Con el objetivo de mejorar la formación y la sensibilización de estos profesionales, Grünenthal Pharma, a través de su plataforma Dolor.com, ha impulsado un curso especializado centrado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de la osteoporosis. La iniciativa busca capacitar a los médicos de familia para identificar a los pacientes con mayor riesgo y actuar antes de que se produzcan fracturas.
El doctor Jenaro Graña, coordinador del curso y reumatólogo del Hospital Universitario Juan Canalejo de A Coruña, subraya que la osteoporosis debe ser abordada desde una perspectiva integral en la Atención Primaria. ?El médico de familia es imprescindible para garantizar la adherencia al tratamiento y seguir las recomendaciones sobre nutrición, ejercicio y prevención de caídas. Además, tiene un papel clave en la identificación de pacientes que aún no han recibido una evaluación pese a haber sufrido ya una fractura?, apunta el especialista.
Los expertos también destacan la importancia de las Unidades de Coordinación de Fracturas, que permiten una gestión más eficiente de los pacientes y una mejor coordinación entre Atención Primaria y las distintas especialidades implicadas. Estas unidades han demostrado ser efectivas en la mejora del diagnóstico y el tratamiento, así como en la reducción del número de fracturas y del gasto sanitario asociado.
La correcta planificación terapéutica se presenta como otro reto clave, dado que el riesgo de fractura aumenta con la edad y el proceso osteoporótico es progresivo. Si bien algunos tratamientos tienen una duración limitada, como los osteoformadores o los antirreabsortivos, su uso adecuado y secuenciado resulta determinante para proteger la salud ósea a largo plazo.
Reconocimiento de pacientes con alto riesgo
Por otro lado, los avances en el reconocimiento de pacientes con alto riesgo de fractura y la mejor identificación de factores de riesgo combinados con los resultados de la densitometría ósea, siguen siendo pilares fundamentales en la toma de decisiones clínicas. Los especialistas insisten en la necesidad de contar con densitómetros modernos, equipados con tecnologías avanzadas como el trabecular bone score (TBS) y la morfometría vertebral, accesibles a los médicos de Atención Primaria y a la población en general.
Los tratamientos farmacológicos también han experimentado importantes avances. La incorporación de nuevos medicamentos osteoformadores ha demostrado mejoras en la calidad ósea y en la reducción del riesgo de fractura. Además, se ha reforzado el conocimiento sobre la eficacia y la seguridad de las terapias existentes, lo que permite personalizar los tratamientos en función de las características de cada paciente.
Dos ayudas de 100.000 euros dirigidas a investigadores consolidados en biomedicina, con proyectos que busquen trasladar la ciencia básica a la práctica clínica. Ese es el objetivo de ?Frontiers in T1D Cure 2025?, la convocatoria internacional presentada por la Fundación DiabetesCERO para apoyar el desarrollo de terapias innovadoras que acerquen la cura de la diabetes tipo 1 (T1D).
La convocatoria, dirigida a científicos con una trayectoria consolidada en investigación biomédica, financiará proyectos de hasta 24 meses de duración con un claro enfoque traslacional. Es decir, proyectos que contribuyan a llevar los avances científicos desde el laboratorio al ámbito clínico o incluso empresarial, con el propósito de acelerar la llegada de terapias efectivas para las personas con diabetes tipo 1.
Los proyectos serán evaluados por un comité científico internacional independiente, integrado por expertos de reconocido prestigio en áreas clave como inmunología, medicina regenerativa, terapias celulares, bioingeniería y endocrinología. El proceso de selección se basará en un sistema riguroso de revisión por pares, garantizando la excelencia científica, la viabilidad técnica y el potencial real de impacto clínico de las investigaciones seleccionadas.
?Nuestro objetivo con esta convocatoria es acelerar el desarrollo de terapias realmente transformadoras?, destaca el doctor Francesc Mitjans, director científico de la Fundación DiabetesCERO. ?Queremos impulsar ideas valientes que acerquen la investigación básica al entorno clínico, hospitalario o incluso al ámbito empresarial?, añade.
Impulsar la ciencia valiente para curar la T1D
Entre los objetivos de ?Frontiers in T1D Cure 2025? figuran:
Promover la investigación biomédica centrada en la cura de la diabetes tipo 1.
Respaldar a investigadores con una trayectoria consolidada y proyectos innovadores.
Fomentar la transferencia de resultados científicos hacia la práctica clínica, garantizando que los hallazgos puedan beneficiar a las personas con diabetes.
Impulsar el talento y la innovación científica, apostando por proyectos de alto impacto y potencial transformador.
La recepción de candidaturas estará abierta entre el 10 de julio y el 25 de agosto de 2025. Las bases y los requisitos de la convocatoria ya están disponibles a través de la web oficial de la Fundación DiabetesCERO.
La iniciativa supone un hito para esta fundación, que continúa posicionándose como un actor clave en la movilización de recursos para la investigación de la diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune que afecta a miles de personas en España y para la que, hasta la fecha, no existe cura. Con esta convocatoria, DiabetesCERO refuerza su apuesta por apoyar la investigación científica con visión práctica y vocación de impacto real.
A través de sus resultados, la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA denuncia la grave vulneración de los derechos fundamentales de niños, niñas y adolescentes en el ámbito de la salud mental, y exige un cambio de paradigma que sitúe el bienestar emocional de las personas menores en el centro de las políticas públicas.
Los problemas de salud mental en niños, niñas y adolescentes han ido en aumento en los últimos años y están vinculados a importantes cargas psicosociales, económicas y de salud física, tanto para las personas menores afectadas, como para sus personas allegadas y quienes se ocupan de su cuidado. Tal y como se recoge en el Informe, el Barómetro de UNICEF España 2023-2024 destaca que el 41,1 % de las personas jóvenes de entre 13 y 18 años manifiesta o cree haber tenido un problema de salud mental en el último año. En cambio, más de la mitad (51,4 %) no ha pedido ayuda, el 56% no busca soporte en su centro educativo porque no confía en las figuras del profesorado u orientación, y 4 de cada 10 no pide apoyo porque no sabe a quién ni dónde acudir.
Relacionada con la cuestión de la violencia y la carencia de atención especializada a menores, la Confederación señala la utilización de medidas como la contención, el aislamiento y la sobremedicación de niños, niñas y adolescentes, y reclama el uso de medidas alternativas: ?Existen otro tipo de medidas menos lesivas, pero para ello es preciso aplicar un nuevo paradigma de cuidados en los términos que se detallan en el informe?, señala Muñoz Escandell.
Medidas urgentes
Para abordar la situación, el Informe plantea medidas urgentes, como fortalecer los programas y servicios de prevención, detección precoz y atención de la salud mental para los niños, niñas y adolescentes en el ámbito de la Atención Primaria y los sistemas sanitarios autonómicos. De igual modo, se sugiere la creación de una red específica y especializada de salud mental de calidad para la atención de 0 a 18 años y se exigen actuaciones para alcanzar las cero contenciones.
La Comisión de Defensa de Derechos Humanos de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA considera necesario consolidar la definición de indicadores de riesgo en el sistema educativo, promover actuaciones de prevención y detección precoz de problemas de salud mental y mejorar la coordinación del centro educativo con las instituciones sanitarias y sociales. Para ello, es clave impulsar la regulación y la formación habilitante de la figura de Coordinación de Bienestar y Protección de la Infancia establecida en la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI). También es importante sensibilizar sobre salud mental y estigma, mediante una asignatura de educación emocional en las escuelas.
Salud mental y mujer
El documento detalla una serie de problemas detectados en la implementación de la Ley 8/2021, que instauró un nuevo sistema de apoyos para el ejercicio de la capacidad jurídica de las personas con discapacidad, aunque se pide a las Administraciones competentes estudiar la situación y hacer un diagnóstico en profundidad. Una de las vulneraciones sigue apuntando al artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, el cual regula el internamiento forzoso autorizado judicialmente, en clara vulneración de lo dispuesto en el artículo 14 CDPD (Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad) y que, en la práctica, tiene lugar de forma automática y refleja la clara preeminencia del dictamen médico psiquiátrico sobre la voluntad de la persona que, desde el momento en que debuta con una primera crisis, es tratada por el sistema como una verdadera incapaz a la que no le corresponde la toma de decisión sobre su salud y su libertad.
El informe dedica un bloque a analizar el cumplimiento del derecho de las mujeres a la igualdad y no discriminación. En él, se expone la sobrecarga mental de las mujeres en el trabajo, relacionada con el estrés y las largas jornadas laborales, la mayor carga de responsabilidades en las tareas del hogar, el sometimiento a una situación de inseguridad en el puesto de trabajo y el trabajo con dolor, tal y como muestra el estudio de Deloitte ?Mujeres en el trabajo 2024?. SALUD MENTAL ESPAÑA recomienda apostar por medidas para fomentar la flexibilidad y el equilibrio entre la vida laboral y personal.
Respecto a la lacra de la violencia machista, destaca que, según el estudio ?Mujer y Salud Mental? (2018), publicado por la Federación Salud Mental Castilla y León en el marco del Proyecto JULIA, el 81 % de las mujeres entrevistadas había sufrido violencia de género y padecía problemas de salud mental agravados por el aislamiento y la falta de recursos en entornos rurales. El Proyecto JULIA: Mujeres Rurales y Salud Mental, puesto en marcha por la entidad a raíz del estudio, apuesta por estrategias de bienestar emocional como el empoderamiento de las mujeres, la creación de redes de apoyo y la prevención de la violencia de género.
Situaciones de riesgo, accesibilidad psicosocial
Entre otras, en el nuevo informe, se sigue demandando que se regule la accesibilidad psicosocial, a fin de contar con entornos, procesos, actividades, bienes, productos, servicios, objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos que permitan la acogida y la inclusión de las personas con problemas de salud mental. Para ello, SALUD MENTAL ESPAÑA propone modificar el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social y aprobar el correspondiente Reglamento, a fin de establecer y regular la accesibilidad psicosocial y sus condiciones básicas de exigencia y aplicación.
Este año, se profundiza en otros temas transversales a la salud mental, como el derecho a la seguridad y protección en situaciones de riesgo, emergencias humanitarias y desastres naturales. En este punto, se visibiliza la respuesta de apoyo de la Confederación ante la DANA en la Comunidad Valenciana.
Por último, con la intención de garantizar una atención a la salud mental de calidad, se reclaman, entre otras medidas, la adopción, en las políticas públicas, de una perspectiva basada en los derechos humanos; humanizar el sistema, poniendo a las personas en el centro e incorporando a las que tienen experiencia propia en salud mental como sujetos activos y no como objetos de tratamiento; apostar por un enfoque preventivo y la detección temprana; reforzar la Atención Primaria, como puerta de acceso a la atención en salud mental; y desarrollar sistemas abiertos en las Unidades Hospitalarias de Agudos.
Una década reportando sobre los derechos humanos en salud mental
Se trata del décimo año consecutivo en el que la entidad señala, a través de este informe, las vulneraciones de derechos, las carencias en la atención sociosanitaria y, también, logros, buenas prácticas y recomendaciones en materia de salud mental en España.
Nel González Zapico, presidente de SALUD MENTAL ESPAÑA, valora el recorrido de esta primera década: ?Si echamos la vista atrás y analizamos aquellos primeros informes, nos damos cuenta de que, en muchos aspectos, la situación apenas ha evolucionado. Queda mucho por hacer: las vulneraciones de derechos están a la orden del día?.
Irene Muñoz Escandell, asesora jurídica de la Confederación y coordinadora de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos de SALUD MENTAL ESPAÑA, llama la atención sobre la necesidad de ahondar en cambios estructurales que mejoren y protejan la salud mental de la población. ?El dolor humano, lejos de disminuir, no hace más que incrementarse. Es cierto que los avances en la mitigación del dolor físico son incuestionables, pero parece que no hemos logrado un avance equivalente en la mitigación del dolor psíquico, más bien al contrario. De hecho, en nuestra sociedad, muchos de los malestares que sufrimos tienen un componente político, es decir, provienen de las estructuras y exigen, por tanto, cambios estructurales impulsados desde la voluntad política?.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) continúa siendo una de las principales amenazas para la salud pública mundial. Según el informe más reciente de ONUSIDA, un total de 1,3 millones de personas contrajeron el VIH en el último año y 630.000 fallecieron por causas relacionadas, cifras que reflejan tanto los avances logrados como los retos persistentes en la lucha contra la infección.
El informe, titulado ‘SIDA, Crisis y el Poder de Transformar’, destaca importantes avances. Como el hecho de que el número de nuevas infecciones se ha mantenido estable respecto al año anterior y es un 40% inferior al registrado en 2010. La cifra de fallecimientos, considerada aún ?inaceptablemente alta?, ha descendido un 54% en los últimos 15 años. A nivel mundial, el 75% de las personas con VIH tienen acceso a terapia antirretroviral, y el 73% ha logrado suprimir la carga viral, un logro significativo en salud pública. Asimismo, los programas para prevenir la transmisión maternoinfantil han logrado reducir las nuevas infecciones en menores a 120.000 casos anuales, la cifra más baja desde la década de 1980. En total, las iniciativas de prevención vertical han evitado 4,4 millones de nuevas infecciones en niños.
A pesar de los avances, ONUSIDA alerta de un riesgo grave: la reducción de la financiación internacional, especialmente por parte de Estados Unidos, el principal donante global. Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA, advierte que esta situación no es solo un problema presupuestario, sino ?una bomba de relojería?. Según denuncia, la reducción de fondos ya ha provocado el cierre de servicios, la suspensión de programas y el abandono del seguimiento médico por parte de poblaciones vulnerables.
Un reto prioritario: el acceso al tratamiento
Actualmente, 9,2 millones de personas con VIH aún no tienen acceso a tratamiento, entre ellas 620.000 niños, lo que ha contribuido a registrar 75.000 muertes infantiles en un solo año. Los servicios de prevención del VIH también se han visto seriamente afectados: más del 60% de las organizaciones lideradas por mujeres dedicadas al VIH han perdido financiación o han tenido que suspender su actividad.
El Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR), que ofrecía servicios de prevención a 2,3 millones de adolescentes y mujeres jóvenes y facilitaba el acceso a la profilaxis pre-exposición (PrEP) a 2,5 millones de personas, también se ha visto comprometido. ONUSIDA estima que, si estos recortes persisten, el mundo podría enfrentar 6 millones de nuevas infecciones y 4 millones de muertes adicionales antes de 2030.
La situación se agrava por el endurecimiento de leyes que penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo, la identidad de género o el consumo de drogas en diversos países. Estas políticas aumentan el estigma y alejan a las poblaciones clave de los servicios sanitarios, incrementando su riesgo de contraer el VIH. ONUSIDA denuncia esta tendencia en países como Uganda, Malí o Trinidad y Tobago.
Motivos para la esperanza
Pese a las amenazas, el informe también destaca ejemplos positivos. Países como Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia, Ruanda, Zambia y Zimbabue han alcanzado los objetivos 95-95-95, que marcan el porcentaje de personas diagnosticadas, tratadas y con carga viral suprimida. Otros países, como Sudáfrica, han reforzado su compromiso presupuestario, financiando más del 75% de su respuesta al sida y desarrollando sistemas para mejorar la distribución de medicamentos y la monitorización de pacientes.
En el terreno médico, nuevas herramientas como la PrEP inyectable de acción prolongada y medicamentos innovadores como el lenacapavir han demostrado una eficacia casi total en la prevención del VIH, aunque su acceso y asequibilidad siguen siendo un desafío pendiente.
Una llamada a la acción global
ONUSIDA insiste en la necesidad de un compromiso global renovado para cerrar la brecha de financiación, apoyar a los países que necesitan fortalecer sus servicios y eliminar las barreras legales y sociales que dificultan el acceso a la prevención y el tratamiento. También destaca el papel clave de las comunidades en liderar la respuesta frente al VIH.
Según la agencia de Naciones Unidas, la cooperación internacional y el consenso logrado en espacios como la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo representan un punto de partida para impulsar un nuevo acuerdo económico global que refuerce la lucha contra el VIH.
?En momentos de crisis, el mundo debe optar por la transformación y no por la retirada. Podemos acabar con el sida como amenaza para la salud pública antes de 2030 si actuamos con urgencia y unidad?, concluye Byanyima.