Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado nuevos mecanismos moleculares implicados en la enfermedad de Erdheim-Chester (ECD), una forma muy rara de histiocitosis que apenas afecta a unas 2.000 personas en todo el mundo. Los hallazgos, publicados en la revista científica Leukemia, podrían abrir la puerta a nuevas estrategias de tratamiento y mejorar el manejo clínico de esta enfermedad poco frecuente.
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La enfermedad de Erdheim-Chester es una histiocitosis no Langerhans caracterizada por la acumulación anormal de ciertas células del sistema inmunológico en distintos órganos. Puede afectar huesos, sistema nervioso central, riñones, pulmones o corazón, y sus síntomas varían ampliamente entre pacientes, lo que dificulta su diagnóstico.
El estudio revela que la enfermedad no depende únicamente de mutaciones genéticas conocidas, como la BRAFV600E, sino que también está fuertemente influida por alteraciones epigenéticas ?modificaciones químicas que regulan la actividad de los genes sin alterar su secuencia?. Entre los hallazgos más relevantes, el equipo científico señala por primera vez la implicación de las células B del sistema inmune y de la vía de señalización NF-kB, que juega un papel esencial en procesos inflamatorios y tumorales. Estos descubrimientos refuerzan la hipótesis de que en la ECD coexisten mecanismos neoplásicos e inflamatorios crónicos, lo que podría redefinir la forma en que se diagnostica y trata la enfermedad.
La investigación ha sido liderada por el Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra (IPBLN-CSIC) y se ha realizado en colaboración con centros de referencia de Francia e Italia. Se trata del primer estudio que analiza de forma conjunta el metiloma (conjunto de modificaciones epigenéticas del ADN) y el transcriptoma (los genes activos) de pacientes con ECD. Esta combinación ha permitido identificar rutas biológicas alteradas y nuevas dianas terapéuticas.
«Este trabajo demuestra que la ECD no solo está asociada a mutaciones, sino también a cambios epigenéticos que alteran la expresión de numerosos genes», explican los investigadores del CSIC.
Esperanza en fármacos ya existentes
Otra de las aportaciones innovadoras del estudio es el análisis de reposicionamiento farmacológico, una estrategia que busca identificar fármacos ya aprobados para otras enfermedades y que podrían resultar eficaces en la ECD. En este caso, se han señalado varios medicamentos con potencial para actuar sobre las rutas alteradas en esta enfermedad, entre ellos: Fostamatinib, Sulfasalazina y Auranofin.
Aunque aún deberán ser validados experimentalmente, estos fármacos podrían representar una vía más rápida y asequible de tratamiento frente a una enfermedad huérfana para la que actualmente no existen terapias específicas aprobadas. «Queremos seguir investigando el papel de las células B y la vía NF-kB, porque podrían ser la clave para desarrollar nuevos tratamientos», concluyen desde el equipo del IPBLN.
Amplia participación internacional
El análisis incluyó muestras de sangre de 137 pacientes con diagnóstico confirmado de ECD y 410 controles sanos, provenientes de hospitales en Francia e Italia. Se analizaron más de 850.000 posiciones del genoma para estudiar la metilación del ADN y se evaluó la expresión de más de 14.000 genes, lo que permitió construir un mapa molecular detallado de la enfermedad.
La combinación de estos datos permitió identificar genes cuya actividad está regulada por mecanismos epigenéticos, lo que abre nuevas vías para su diagnóstico temprano y tratamiento personalizado.
La investigación del CSIC no solo contribuye a ampliar el conocimiento de esta enfermedad rara, sino que también demuestra cómo los enfoques integrados en biomedicina ?combinando genómica, epigenética y farmacología? pueden acelerar la búsqueda de soluciones en enfermedades con opciones terapéuticas limitadas.

