La falta de sospecha médica sigue siendo el principal enemigo de la detección temprana del cáncer de mama masculino. Y es que, pese a su baja incidencia, este tumor continúa siendo una de las formas más invisibles de la enfermedad, y la mayoría de los casos se diagnostican demasiado tarde, con peores resultados y tratamientos más agresivos. Así lo asegura Víctor Rodríguez, presidente de la Asociación de Pacientes con Cáncer de Mama Masculino (INVI). Según comenta, ?el problema no es solo que haya poca investigación, sino que muchos hombres siguen dando vueltas por el sistema sanitario antes de recibir un diagnóstico. Y eso, en cáncer, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte?.
El testimonio de Lluís Marcet Bonet, diagnosticado hace 15 años, refleja esa invisibilidad y los errores de percepción que aún persisten. A los 57 años, notó un bulto junto al pezón y acudió a su médico de cabecera convencido de que era algo cutáneo. ?Cuando me hablaron de una mamografía, fue cuando realmente me preocupé?, recuerda. Tuvieron que pasar siete meses para obtener un diagnóstico: carcinoma ductal infiltrante de grado 2. ?Sentí impotencia, rabia y una falta total de referentes. No conocía a nadie con esta enfermedad. Incluso el médico de cabecera me confesó después que yo era su primer caso de cáncer de mama masculino?, relata Lluís.
Su historia está llena de anécdotas que evidencian la falta de conciencia. ?A la semana de baja, me llamó la mutua disculpándose porque habían recibido un diagnóstico de mujer, que debía de ser un error. Les contesté que no, que era correcto. En la sala de espera para la mamografía, la enfermera salió llamando a Luisa? hasta que entendí que era yo?, indica. Más allá del desconcierto, Lluís encontró en el dibujo y la escritura una forma de procesar su experiencia. ?Intenté convertir los inconvenientes del tratamiento en fortalezas?, explica. ?Mi fortaleza fue transformar la dificultad en una oportunidad para ayudar a otros hombres que no saben que esto también puede pasarles?, subraya.

Visibilizar lo invisible
La Dra. María del Carmen Beato, oncóloga médica y vicepresidenta de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM), subraya la responsabilidad del entorno sanitario: ?Paradójicamente, el cáncer raro no es nada raro. De manera conjunta, las neoplasias de baja incidencia suman alrededor de un 24% de nuestros diagnósticos, situándose muy cerca de la incidencia del cáncer colorrectal, el más frecuente en nuestro medio. Visibilizar lo invisible es nuestra obligación como médicos y como sociedad, porque más allá de la investigación, también esto alarga la vida de nuestros pacientes?.
En España, los hombres representan alrededor del 2% de todos los casos de cáncer de mama, lo que equivale a más de un millar de diagnósticos anuales. A pesar de su baja incidencia, la enfermedad suele detectarse en fases avanzadas: la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria (SESPM) estima que ocho de cada diez casos se diagnostican en estadios tardíos, lo que obliga a tratamientos más agresivos y reduce las posibilidades de supervivencia¹. Además, entre un 15?20% de los pacientes masculinos presentan antecedentes familiares directos de cáncer de mama u ovario². Distintos estudios confirman también que los hombres con cáncer de mama tienen, en general, tasas de supervivencia global más bajas que las mujeres, incluso ajustando por factores clínicos³.