La obesidad se ha convertido en un grave problema de salud en España, pero también lo es a nivel económico y social. Así lo demuestra el informe El Valor Social de un mejor control de la obesidad en España, elaborado por la Fundación Weber con el apoyo de Lilly, que cifra en 130.000 millones de euros el coste actual que supone esta enfermedad crónica para nuestro país. Se trata del primer estudio que cuantifica de forma detallada el impacto económico y social del exceso de peso, teniendo en cuenta hasta 18 de sus complicaciones clínicas más prevalentes.
El informe proyecta escenarios de ahorro futuro si se lograran reducciones sostenidas de peso en la población con obesidad. Por ejemplo, una pérdida de entre el 5% y el 10% podría generar un ahorro de 25.000 millones de euros en 2030; si esta pérdida alcanzara entre el 20% y el 25%, el ahorro ascendería hasta los 84.000 millones de euros. Además del alivio económico, estas reducciones de peso conllevarían una notable mejora en la calidad de vida, estimada en más de 7.350 millones de euros sólo para 2025, gracias a una mayor participación social y laboral de las personas afectadas.
- Te interesa: La obesidad, en el centro del debate: crece la presión por una respuesta nacional coordinada
Impacto físico, psicológico y social
Desde las asociaciones de pacientes se insiste en que es urgente dejar de ver la obesidad como un problema de voluntad individual. ?Es una enfermedad crónica y compleja que conlleva estigma en todos los niveles?, ha afirmado Federico Luis Moya, presidente de la Asociación Nacional de Personas que viven con Obesidad (ANPO). Moya destaca que tres de cada cuatro personas con obesidad presentan problemas de movilidad, y hasta el 96% sufre consecuencias psicológicas derivadas del exceso de peso, lo que limita gravemente su calidad de vida.
La obesidad está relacionada con más de 200 complicaciones clínicas, muchas de ellas graves, que afectan directamente al bienestar de los pacientes y a la sostenibilidad del sistema sanitario. El estudio ha centrado su análisis en 18 de estas enfermedades, entre ellas patologías cardiovasculares, metabólicas y respiratorias, así como trastornos mentales como la ansiedad o la depresión.
Los datos del informe revelan que sólo con una reducción de peso del 5-10%, se podrían ahorrar en 2025 hasta 8.700 millones de euros en enfermedades cardiovasculares, más de 5.000 millones en trastornos metabólicos como la diabetes tipo 2 o el síndrome del ovario poliquístico, y más de 6.600 millones en otras patologías como la apnea del sueño, el asma o la osteoartritis.
Un enfoque basado en la evidencia
Las conclusiones del informe subrayan la necesidad de adoptar una estrategia nacional integral y multidisciplinar para afrontar la obesidad. ?Estamos ante un momento histórico para abordar con eficacia uno de los grandes desafíos para la salud?, ha asegurado Teresa Millán, directora de Asuntos Corporativos de Lilly España. Millán defiende que el análisis económico presentado puede ser clave para que las autoridades sanitarias diseñen políticas públicas más efectivas.
En la misma línea, Diego Bellido, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), ha recalcado la urgencia de situar el control del exceso de peso como una prioridad sanitaria y social, con medidas tanto preventivas como terapéuticas, adaptadas a las necesidades reales de los pacientes y basadas en la evidencia científica.
El informe se ha construido a partir de un modelo económico proyectado hasta 2030, utilizando datos oficiales de la Encuesta de Salud de España de 2023, del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la OCDE. Según estas fuentes, el 39,8% de la población adulta española tiene sobrepeso y el 15,2% padece obesidad. El estudio ha estimado el impacto de la pérdida de peso en distintos grados, cuantificando tanto los ahorros económicos como las mejoras en salud y calidad de vida.