En un momento en que la soledad no deseada se reconoce como un importante factor de riesgo para la salud física y mental, la Federación Nacional de Asociaciones ALCER ha lanzado un nuevo programa de acompañamiento telefónico destinado a personas con enfermedad renal crónica. Esta acción busca atender una necesidad creciente entre quienes viven su enfermedad en aislamiento o con escasa red de apoyo familiar o social, especialmente durante el proceso de diálisis.
El nuevo servicio se dirige especialmente a quienes se someten a tratamientos renales sustitutivos, como la hemodiálisis o la diálisis peritoneal, procesos que suponen una exigencia física y emocional considerable. ?Con esta iniciativa queremos generar un espacio seguro donde la persona pueda ser escuchada, sentirse acompañada y mantener una conexión humana más allá del ámbito clínico?, explican desde ALCER.
Escucha activa para aliviar el aislamiento
El funcionamiento del programa es sencillo: los pacientes reciben llamadas periódicas de personas voluntarias especialmente formadas en escucha activa, comunicación empática y acompañamiento emocional. Estas conversaciones no tienen un guion médico ni psicoterapéutico, sino que están pensadas para brindar compañía, generar vínculos y ofrecer un espacio de expresión libre y confidencial.
Desde la Federación se subraya que este programa no sustituye ningún tratamiento profesional, sino que complementa el abordaje integral del bienestar de los pacientes. La confidencialidad y el respeto por la privacidad están garantizados, y existe un protocolo para derivar a recursos especializados en caso de detectar señales de ansiedad, depresión u otros malestares que requieran intervención profesional.
?El aislamiento social es un síntoma invisible pero muy presente en la enfermedad renal crónica?, destacan desde ALCER. ?Hay personas que acuden varias veces por semana a una unidad de diálisis, pero con muy pocos vínculos más allá del personal sanitario. El desgaste físico del tratamiento se suma al emocional, generando sentimientos de incomprensión, tristeza o desconexión?, añaden.
Cuidar también es acompañar
El acompañamiento telefónico se enmarca en el compromiso histórico de ALCER con una atención más humana y centrada en la persona. Esta federación, con más de cuatro décadas de trabajo asociativo, ha apostado desde sus inicios por una visión integral del cuidado, que tenga en cuenta no solo los aspectos médicos, sino también los emocionales, sociales y comunitarios.
Este nuevo programa viene a reforzar esa línea de acción, poniendo en valor el papel del voluntariado formado y de las propias asociaciones como redes de apoyo afectivo. También recuerda la importancia de mantener vivo el sentimiento de pertenencia en un colectivo que, a menudo, se enfrenta a procesos largos, complejos y poco visibles socialmente.
ALCER ha sido una de las entidades pioneras en España en integrar el acompañamiento emocional como parte del abordaje de la enfermedad renal crónica, entendiendo que el bienestar del paciente no termina en el tratamiento médico. Con esta nueva línea de atención telefónica, amplía su red de cuidado a los hogares de quienes más lo necesitan.
Una red de apoyo que llega a casa
Este programa de llamadas intenta además construir comunidad y crear puentes donde antes había silencio. ?Lo que más valoran los participantes es que alguien, del otro lado del teléfono, les dedica tiempo sin juicios, sin prisa, sólo para escucharles. Eso tiene un enorme poder terapéutico, aunque no sea una terapia?, afirman desde la Federación.
La iniciativa está abierta a pacientes que lo soliciten a través de las asociaciones territoriales ALCER, y también busca implicar a más personas voluntarias que deseen formarse y colaborar en esta acción. El objetivo a medio plazo es consolidar esta red de apoyo emocional y extenderla a otras patologías crónicas que también generan soledad no deseada.
