El asma, una de las enfermedades respiratorias crónicas más prevalentes, presenta diferencias significativas entre hombres y mujeres, especialmente a partir de la pubertad. En las mujeres, la enfermedad es más frecuente, más grave y se asocia a una peor calidad de vida y mayor carga de comorbilidades. Sin embargo, esta realidad no siempre se refleja en la práctica clínica ni en las guías asistenciales, que aún no integran de forma sistemática la perspectiva de género en el abordaje de esta patología.
Así lo ha señalado la Dra. María del Mar Fernández Nieto, especialista del Servicio de Alergología y de la Unidad Multidisciplinar de Asma (UMA) de la Fundación Jiménez Díaz, durante su intervención en el Foro de Salud y Género ?Enfermedades respiratorias en la mujer: un problema de salud pública?.
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?Sabemos desde hace años que, a partir de la adolescencia, el asma es más frecuente, más grave y con más enfermedades asociadas en las mujeres, y que ellas soportan una carga mayor de síntomas y limitaciones en su vida diaria. No podemos seguir ignorando esa diferencia?, afirmó la especialista.
Desde el hospital insisten en que incorporar la perspectiva de género no debe considerarse un añadido, sino un componente esencial de la planificación sanitaria y de las decisiones clínicas. ?Si no lo hacemos, nuestras pacientes no recibirán la respuesta que realmente necesitan?, advirtió Fernández Nieto.
Un enfoque integral y coordinado
La Fundación Jiménez Díaz cuenta con una Unidad Multidisciplinar de Asma acreditada por sociedades científicas, que atiende los casos más complejos desde un enfoque transversal. En ella colaboran especialistas de Alergología, Neumología, Otorrinolaringología, Inmunología, Pediatría y Radiología, trabajando de forma coordinada para ofrecer una atención más eficaz y personalizada.
Desde esta unidad se están impulsando iniciativas centradas en la salud respiratoria de la mujer, como unas jornadas monográficas sobre asma y mujer, que celebrarán en 2026 su tercera edición, y diversos proyectos de investigación clínica orientados a profundizar en las particularidades de la enfermedad en población femenina.
?Nuestro objetivo es que este conocimiento se traduzca en cambios reales en los circuitos de atención y en la toma de decisiones terapéuticas. Las mujeres viven más, pero conviven con más asma y con peor calidad de vida. Tenemos la responsabilidad de adaptar la atención sanitaria a esa realidad?, subraya la Dra. Fernández Nieto.