Unidos por la salud

Pertenece y transforma la comunidad de pacientes

El domingo 25 de mayo, el Parque de La Vaguada de Madrid acogerá un encuentro con motivo del I Día Mundial de la Esofagitis Eosinofílica (EoE). Impulsado por la Asociación Española de Esofagitis Eosinofílica (Aedeseo), en colaboración con la Alianza de Pacientes de la GAAPP (Global Allergy & Airways Patient Platform) y la organización científica europea Eureos, esta jornada pretende ser un punto de inflexión en la visibilización de una enfermedad aún poco conocida, pero que impacta significativamente en la calidad de vida de quienes la padecen.

La esofagitis eosinofílica es una enfermedad inflamatoria crónica del esófago que afecta principalmente a niños y adultos jóvenes. Su diagnóstico suele ser complejo y tardío, lo que incrementa la importancia de crear espacios de encuentro para los pacientes y sus familias. Con ese espíritu nace esta jornada, concebida como una oportunidad para conocerse, compartir vivencias y reforzar el sentimiento de pertenencia a una comunidad que lucha junta por el reconocimiento y la mejora de su calidad de vida.

Programa

Desde las 11:00 horas, el parque se llenará de actividades dirigidas a todas las edades. Habrá cuentacuentos, talleres de chapas, pintacaras, globoflexia y música en directo. Uno de los momentos centrales será la lectura del manifiesto por la EoE, que recoge las principales demandas del colectivo, entre ellas, una mayor inversión en investigación, formación específica para profesionales sanitarios y acceso equitativo a tratamientos eficaces. La jornada concluirá con una batucada, que pondrá ritmo, energía y visibilidad a esta causa.

Consciente de las dificultades a las que se enfrentan muchas de las personas que padecen EoE para desplazarse, Aedeseo ha gestionado un acuerdo con Renfe para ofrecer a sus socios un descuento del 5% en billetes de tren. Además, la asociación ha previsto una ayuda económica parcial para cubrir parte de los costes de viaje o alojamiento, una medida orientada a facilitar la participación de pacientes y familias de fuera de Madrid. Las ayudas se concederán en función del número de solicitudes recibidas.

Estas acciones responden a uno de los objetivos fundamentales de la organización: fortalecer la red de apoyo mutuo entre las personas afectadas por esofagitis eosinofílica. ?La enfermedad no sólo se vive en las consultas médicas; también en el entorno familiar, escolar y laboral. Por eso es tan importante crear comunidad, sentir que no estamos solos?, señalan desde la entidad.

Reconocimiento social de la EoE

El encuentro del 25 de mayo es una de las iniciativas que Aedeseo ha puesto en marcha dentro del marco del primer Día Mundial de la EoE, una conmemoración internacional que busca dar mayor visibilidad a esta enfermedad y fomentar la implicación de los distintos agentes sociales en su abordaje.

Desde la entidad, se invita a todas las personas interesadas a sumarse al encuentro y participar activamente. Asimismo, ofrece la posibilidad de hacerse socio a través de su página web, con el fin de seguir creciendo como colectivo y tener mayor capacidad de incidencia. ?Cuantos más seamos, más fuerte será nuestra voz?, destacan desde la asociación.

  • Para más información sobre el evento o sobre cómo colaborar con la entidad, se puede contactar a través del correo electrónico info@aedeseo.org y de WhatsApp con el número de teléfono 648 725 696.

La soledad de vivir aislado para no enfermar. La invisibilidad de un mal que nadie percibe. La incomprensión de una sociedad que los tilda de exagerados. El miedo real a salir a la calle, por temor a que algo tan cotidiano como el aroma del jabón de un vecino desencadene un infierno físico. Así es el día a día de quienes padecen Sensibilidad Química Múltiple (SQM) o Electrohipersensibilidad (EHS), dos enfermedades tan reales como incomprendidas que convierten el mundo exterior en una amenaza constante.

María López Matallana es presidenta de la Coalición Nacional de entidades de fibromialgia, encefalomielitis miálgica/SFC, sensibilidad química múltiple y electrohipersensibilidad (CONFESQ), que agrupa a más de 11.000 personas afectadas por estas patologías. Desde esta organización, lucha por visibilizar y defender los derechos de quienes sufren estas enfermedades. Hablamos con ella sobre los retos y urgencias que enfrenta este colectivo. Y es que, desde ese cargo ha hecho de la defensa de los derechos de estas personas su misión de vida.

A menudo se habla de exclusión institucional. ¿Podría explicarnos qué formas concretas adopta esta exclusión en la vida diaria de quienes viven con estas enfermedades?

La exclusión institucional que enfrentan las personas con Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y/o Electrohipersensibilidad (EHS) adopta formas concretas en la vida diaria, reflejándose en múltiples ámbitos, tal y como hemos recogido en el informe ?Las cifras de SQM y EHS desde un enfoque de derechos humanos y dicacidad? (2025): En lo que se refiere a la sanidad, muchas personas afectadas evitan ir a hospitales o centros de salud porque empeoran al exponerse a productos químicos o campos electromagnéticos. Más del 70% de los centros sanitarios no tienen protocolos para atenderlas, y el personal muchas veces desconoce estas condiciones, negando incluso su existencia o ridiculizando a los pacientes.

El 73% de las personas afectadas ha tenido que dejar su trabajo. De quienes han solicitado adaptaciones laborales, el 70% no las ha conseguido. Muchas veces son forzadas a renunciar a su empleo sin acceso a prestaciones, lo que refleja un fracaso estructural en el reconocimiento de su discapacidad y en la protección de su derecho al trabajo.

El 38% ha tenido que mudarse de su vivienda habitual y el 31% desearía hacerlo, por la imposibilidad de controlar los factores ambientales en su hogar. Las barreras económicas y la falta de comprensión por parte de comunidades de vecinos o técnicos impiden muchas veces adaptaciones necesarias

Aunque la mayoría enfermó después de sus estudios, quienes intentan formarse enfrentan obstáculos significativos, como falta de aulas seguras, incomprensión de profesores y compañeros, o imposibilidad de asistir a clases presenciales. Incluso los hijos de personas afectadas sufren discriminación por asociación.

Finalmente, en lo que se refiere al acceso a espacios públicos, el 51% evita salir de casa por miedo a empeorar, y el 46% enferma cuando lo hace. Esta exclusión se debe a la inexistencia de políticas municipales de adaptación y a la incomprensión generalizada. Las solicitudes de ajustes razonables en estos espacios son mayoritariamente rechazadas (86%)

En resumen, la exclusión institucional no es abstracta: se manifiesta en el rechazo sistemático a proporcionar ajustes razonables, la falta de protocolos, el desconocimiento profesional y la invisibilidad normativa, lo cual impide a estas personas ejercer sus derechos básicos en igualdad de condiciones.