Unidos por la salud

Pertenece y transforma la comunidad de pacientes

La soledad de vivir aislado para no enfermar. La invisibilidad de un mal que nadie percibe. La incomprensión de una sociedad que los tilda de exagerados. El miedo real a salir a la calle, por temor a que algo tan cotidiano como el aroma del jabón de un vecino desencadene un infierno físico. Así es el día a día de quienes padecen Sensibilidad Química Múltiple (SQM) o Electrohipersensibilidad (EHS), dos enfermedades tan reales como incomprendidas que convierten el mundo exterior en una amenaza constante.

María López Matallana es presidenta de la Coalición Nacional de entidades de fibromialgia, encefalomielitis miálgica/SFC, sensibilidad química múltiple y electrohipersensibilidad (CONFESQ), que agrupa a más de 11.000 personas afectadas por estas patologías. Desde esta organización, lucha por visibilizar y defender los derechos de quienes sufren estas enfermedades. Hablamos con ella sobre los retos y urgencias que enfrenta este colectivo. Y es que, desde ese cargo ha hecho de la defensa de los derechos de estas personas su misión de vida.