El abordaje de las enfermedades crónicas asociadas a la edad exige -sobre todo en un país cada vez más envejecido como España- enfoques integradores que combinen ciencia, innovación y cambios en los hábitos de vida. Con ese espíritu se celebró el VI Simposio Científico Anual del Grupo de Investigación en Reumatología del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (GIR-INIBIC), un encuentro que reunió a investigadores nacionales e internacionales especializados en envejecimiento, nutrición, nanomedicina y enfermedades inflamatorias.
El evento, apoyado por la Red de Enfermedades Inflamatorias (REI-RICORS), puso de manifiesto la necesidad de trabajar de forma interdisciplinar y con una mirada traslacional para trasladar los avances científicos al ámbito clínico y a la vida cotidiana de los pacientes. Desde compuestos naturales con propiedades antiinflamatorias hasta nanoterapias cardiovasculares, el simposio sirvió para debatir nuevas estrategias preventivas y terapéuticas adaptadas a las necesidades de las personas mayores.
La alimentación como herramienta terapéutica
Uno de los temas centrales del encuentro fue el papel de la nutrición en la prevención de patologías relacionadas con el envejecimiento. Rose Davidson, profesora de Nutrición y Biomedicina en la Universidad de East Anglia (Reino Unido), destacó cómo los fitoquímicos presentes en una dieta rica en vegetales pueden tener efectos protectores frente a enfermedades como la artrosis. Su grupo de investigación estudia compuestos como el sulforafano, presente en el brócoli, y su potencial para prevenir el daño articular.
En esta misma línea, Beatriz Cancho, catedrática de Nutrición y Bromatología en la Universidad de Vigo, expuso los beneficios del aceite de oliva virgen extra (AOVE), especialmente aquellos ricos en compuestos fenólicos. Cancho presentó los resultados de una intervención dietética con aceites gallegos en pacientes diabéticos, en los que se observó una mejora en el control de la diabetes, así como posibles efectos protectores frente al deterioro cognitivo y enfermedades cardiovasculares.
Productos naturales marinos
El potencial terapéutico del entorno marino también tuvo protagonismo en el simposio. Carlos Jiménez, catedrático de Química Orgánica de la Universidade da Coruña, explicó cómo su grupo ha desarrollado compuestos extraídos de esponjas marinas capaces de retrasar el envejecimiento celular. Por su parte, Carlos Vaamonde, responsable de la Unidad de Medicina Regenerativa del GIR-INIBIC, explicó cómo se está trabajando con extractos de algas con efectos antiinflamatorios e inmunomoduladores para tratar enfermedades óseas y articulares.
Ambos investigadores coincidieron en que la combinación de compuestos bioactivos de origen natural y tecnologías biomédicas puede abrir la puerta a nuevos tratamientos, y subrayaron la importancia de validar su eficacia en estudios preclínicos y clínicos.
Por su parte, Carlos Pérez Medina, jefe del Grupo de Nanomedicina e Imagen Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), habló sobre la aplicación de la nanomedicina en enfermedades cardiovasculares. En concreto, sobre cómo las nanoterapias pueden mejorar la eficacia de los tratamientos mediante la entrega selectiva de fármacos, reduciendo sus efectos secundarios.
Microbioma y fragilidad
Durante la jornada, Margarita Poza, líder del equipo de investigación sobre el microbioma MeiGaBiome y profesora de la Universidade Da Coruña, presentó su investigación sobre la relación entre el cáncer colorrectal y el microbioma, la comunidad de microorganismos que interaccionan con nuestro cuerpo. En este contexto, planteó un test no invasivo para la detección precoz del cáncer colorrectal basado en biomarcadores bacterianos, así como un algoritmo para predecir la toxicidad de la quimioterapia. ?Comprender el papel del microbioma en la enfermedad permite desarrollar terapias personalizadas y estrategias preventivas más eficaces?, afirmó.
También se presentaron los resultados del trabajo del Grupo de investigación Diagnóstico conductual y molecular aplicado a la salud (Dicomosa) sobre biomarcadores de fragilidad. La encargada fue Blanca Laffon, catedrática de Psicobiología en la Universidade Da Coruña e investigadora en este grupo de trabajo. Desde su punto de vista, la fragilidad puede abordarse con medidas como el ejercicio, la corrección del déficit de vitamina D y una alimentación equilibrada.
Finalmente, desde el área de Medicina Regenerativa, el investigador Sergio Lucio, doctorando en el grupo de Terapia Celular y Medicina Regenerativa de la Universidade da Coruña, expuso los avances en el estudio de las vesículas extracelulares, pequeñas partículas que participan en la comunicación celular y cuyo papel puede ser clave en la progresión de enfermedades crónicas.
