Un equipo del Laboratorio de Investigación en VIH y Hepatitis Víricas del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) y del Hospital público Universitario Rey Juan Carlos ha descrito el tercer caso de cura funcional del VIH en una paciente que no recibe tratamiento antirretroviral, tras más de 20 años conviviendo con el virus. El trabajo, publicado en la revista Lancet HIV, abre nuevas vías para comprender qué factores biológicos permiten a determinadas personas mantener el virus bajo control sin medicación y plantea posibles estrategias para avanzar hacia tratamientos curativos.

La paciente es una mujer india de 48 años que, 22 años después de su diagnóstico, mantiene la infección completamente controlada sin necesidad de tratamiento antirretroviral. Los investigadores han observado además signos de serorreversión, es decir, la pérdida de anticuerpos detectables frente al VIH, un hallazgo especialmente llamativo en el contexto de esta infección.

Todo apunta a que su organismo presenta características únicas, con mecanismos naturales extremadamente eficaces que impiden la multiplicación del virus y lo reducen a formas defectuosas incapaces de causar enfermedad. Los análisis indican también que este control excepcional se estableció muy pronto tras la infección.

Una condición única

“Este tercer caso de cura funcional del VIH-1 refuerza la importancia de comprender los factores biológicos que permiten esta condición única”, señala Norma Rallón, que ha liderado el estudio junto a José Miguel Benito. Según explica, los datos muestran la existencia de mecanismos naturales específicos, posiblemente relacionados con una respuesta inmunológica innata potenciada por ciertos factores celulares y por la acción de células “asesinas naturales” (natural killer), que actúan como primera línea de defensa frente al virus.

Rallón recuerda que, aunque científicamente no puede confirmarse una cura esterilizante de forma absoluta, la ausencia total de señales de infección convierte este caso en un potencial ejemplo de eliminación completa del VIH-1. El trabajo, en el que también participan los doctores Miguel Górgolas y Alfonso Cabello, así como equipos del Hospital Universitario Gregorio Marañón, el Hospital Clínico San Carlos, el Hospital Vall d’Hebron y la Universidad de Sydney, identifica factores clave que ayudan a entender la naturaleza única de esta cura funcional y podría ser fundamental para el diseño de futuras terapias.

En el ámbito del VIH se denomina “controlador élite” a un pequeño porcentaje de personas que, sin tratamiento antirretroviral, mantienen la carga viral en niveles indetectables durante ciertos periodos de tiempo. Sin embargo, existe una gran heterogeneidad entre estos pacientes y la mayoría no mantiene ese control a largo plazo. “Algunos casos excepcionales, como el de la paciente descrita en este estudio, muestran una condición única de control del VIH, lo que sugiere posibles nuevos enfoques terapéuticos que podrían ayudar a alcanzar la cura funcional en más personas que viven con VIH”, afirma Rallón.

Nueva etapa en los trasplantes entre personas con VIH

En paralelo a este avance científico, otro trabajo reciente pone el foco en mejorar las opciones de tratamiento de las personas con VIH que necesitan un trasplante de órgano. Un estudio liderado por expertos de GeSIDA (Grupo de Estudio del SIDA de la SEIMC), la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y las Sociedades Españolas de Trasplante Hepático y Nefrología analiza por primera vez en Europa la situación del trasplante de órganos de donantes VIH positivos a receptores también VIH positivos.

El estudio, publicado en la revista Clinical Microbiology and Infection, se planteó conocer la disposición de los equipos trasplantadores a incorporar esta práctica. Entre 2018 y 2019 se realizaron dos encuestas nacionales en las 24 unidades de trasplante hepático y 39 de trasplante renal de España, dirigidas a especialistas en enfermedades infecciosas-VIH, nefrología, hepatología, cirugía digestiva, urología y coordinación de trasplantes. Con una tasa de respuesta del 100%, los resultados reflejan un amplio respaldo a la utilización de órganos procedentes de donantes VIH positivos en tratamiento antirretroviral y con supresión virológica, siempre que los receptores también vivan con VIH.

Consentimiento específico

Los especialistas coinciden de forma unánime en la necesidad de incorporar un consentimiento informado específico para este tipo de trasplantes, y más del 85% se muestra dispuesto a participar en ensayos clínicos que evalúen los resultados de esta práctica. Por el contrario, se observa un rechazo generalizado al uso de órganos de donantes VIH que no se encuentren bajo control virológico. “La aceptación de esta práctica, siempre bajo criterios de supresión virológica y en el marco de protocolos específicos, supone una oportunidad para aumentar el número de órganos disponibles, reducir listas de espera y mejorar el acceso al trasplante para las personas que viven con VIH”, destaca José María Miró, coordinador del trabajo.

El análisis legislativo europeo muestra un escenario muy diverso: 11 países prohíben expresamente estos trasplantes, mientras que 6 —entre ellos Francia, Italia, Países Bajos, Suiza, Reino Unido y, desde junio de 2025, también España— cuentan con un marco legal que los permite. En los 18 países restantes, la cuestión no está regulada o queda a criterio de los centros de trasplante. La revisión de la literatura identifica 10 casos europeos de trasplantes entre donantes y receptores seropositivos —seis renales y cuatro hepáticos—, todos con resultados positivos al año de seguimiento.

Un cambio legal que amplía oportunidades

La publicación de este estudio coincide con un hito clave para el sistema de trasplantes en España: el 30 de junio de 2025 se derogó la normativa de 1987 que prohibía el uso de órganos de donantes VIH positivos para receptores con la misma situación serológica, convirtiendo a nuestro país en el sexto de Europa en autorizar esta práctica.

Según la directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, en la última década 65 personas fallecidas con infección por VIH podrían haber donado sus órganos y posibilitado 165 trasplantes de no haber existido esta limitación normativa y de haber contado con receptores adecuados en lista de espera. Cada año, unos 50 pacientes con VIH entran en lista de espera para trasplante en España, por lo que el desarrollo de un protocolo nacional específico permitirá aprovechar estos órganos y mejorar las expectativas de supervivencia y calidad de vida de este colectivo.