La memoria y la concentración son funciones cognitivas esenciales para la vida diaria, pero no siempre se encuentran en su estado óptimo. En España, según los últimos datos de Eurostat correspondientes a 2022, casi uno de cada cinco ciudadanos (el 19,6%) declaró experimentar dificultades moderadas o graves para recordar o mantener la atención. Este porcentaje supera ampliamente la media de la Unión Europea, que se sitúa en el 14,9%, y refleja un problema de salud pública que, aunque muchas veces se atribuye al envejecimiento, puede tener múltiples causas y, en muchos casos, abordarse desde el estilo de vida.
El estrés crónico, las enfermedades neurodegenerativas, la falta de descanso adecuado y, sobre todo, una alimentación deficiente, son factores que pueden contribuir al deterioro cognitivo. En este sentido, la nutrición se posiciona como una herramienta preventiva de gran valor. Tal y como explica Eva M. Bautista, nutricionista de Blua Sanitas, ?llevar una dieta equilibrada que incluya los nutrientes adecuados es primordial para el cerebro. Los alimentos ricos en antioxidantes, ácidos grasos esenciales y vitaminas específicas mejoran la circulación cerebral y protegen las células nerviosas del envejecimiento prematuro?.
La relación entre nutrición y función cognitiva va más allá de la prevención del deterioro. Según detalla Bautista, ?una dieta rica en nutrientes favorece el equilibrio de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, los cuales son cruciales para regular el estado de ánimo y potenciar el rendimiento cognitivo?. Esto resulta especialmente relevante en personas mayores, quienes, además de ser más vulnerables a los trastornos neurológicos, pueden presentar déficits nutricionales que agravan los síntomas.
Desde Sanitas se ha elaborado un listado con alimentos clave para fortalecer la memoria y la concentración, todos ellos con propiedades nutricionales contrastadas y de fácil incorporación en una dieta equilibrada.
Alimentos que cuidan del cerebro
Entre los más destacados se encuentran las frutas y verduras como los arándanos, fresas, naranjas, brócoli y espinacas. Estos alimentos son ricos en vitamina C y antioxidantes que protegen las células cerebrales del daño oxidativo y favorecen un mejor flujo sanguíneo hacia el cerebro. Lo ideal es consumirlos frescos, en ensaladas o como acompañamiento habitual de los platos principales.
Otro grupo fundamental son los pescados grasos, como el salmón, la caballa o el atún. Su alto contenido en ácidos grasos omega-3 es crucial para mantener la integridad de las membranas neuronales y facilitar la comunicación entre las células del cerebro. Por ello, se recomienda su consumo al menos dos o tres veces por semana.
También los frutos secos ?nueces, almendras y avellanas? aportan ácidos grasos saludables, antioxidantes y vitamina E, compuestos que ayudan a preservar la función cognitiva. Una buena forma de incorporarlos es como snack saludable o en combinación con yogures sin azúcar añadido y ensaladas.
Por su parte, el cacao, especialmente en su forma más pura, como el chocolate negro con al menos un 85% de cacao, contiene flavonoides que estimulan la circulación cerebral y mejoran las funciones cognitivas. Consumido con moderación, puede ser una opción eficaz para potenciar la memoria.
Las legumbres ?lentejas, garbanzos y judías? también merecen mención especial por su aporte en ácido fólico, proteínas y fibra. Estos nutrientes contribuyen a la regeneración celular y al mantenimiento de una buena salud cerebral. Incorporarlas en la dieta mediante guisos, sopas o ensaladas es una excelente opción.
Finalmente, el aceite de oliva virgen extra, piedra angular de la dieta mediterránea, se presenta como un gran aliado. Rico en antioxidantes y grasas saludables, favorece la circulación y reduce la inflamación neuronal, ayudando así a mejorar la concentración y la agilidad mental.
Las terapias avanzadas están marcando un punto de inflexión en el abordaje de muchas enfermedades, desde las más raras hasta las más prevalentes. Así se puso de manifiesto en la mesa redonda Nuevas terapias en el horizonte: qué llegará en los próximos años, cómo van a revolucionar la sanidad y cómo impactarán en los pacientes, celebrada durante la XII Jornada Somos Pacientes.
En ella participaron Rosalía Ruano, de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS); Juan da Silva, vocal de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y presidente de la Federación Española de Fibrosis Quística (FEFQ); y Javier García Alegría, especialista en Medicina Interna y expresidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme).
Rosalía Ruano, experta en evaluación clínica en la AEMPS y miembro del Scientific Advice Working Party (SAWP) de la Agencia Europea del Medicamento, explicó que la gran transformación en la medicina llegará de la mano de las terapias avanzadas: terapia génica, celular e ingeniería de tejidos. ?Las CAR-T han sido revolucionarias en hematología y ahora empiezan a orientarse a tumores sólidos como sarcomas o glioblastomas?, apuntó.
Además, se refirió al potencial de las terapias basadas en ARN mensajero y a los avances en edición génica, que permiten tratamientos ultradirigidos incluso para mutaciones individuales. Estas innovaciones, que ya cuentan con ejemplos autorizados como en beta-talasemia o atrofia muscular espinal, representan una medicina genuinamente personalizada.
Necesidades no cubiertas: redefinir prioridades
Uno de los conceptos clave en la mesa fue el de «necesidades médicas no cubiertas». Ruano expresó su preocupación por el uso excesivo y difuso de este término: ?Cuando todo es una necesidad no cubierta, se pierde la capacidad de priorizar?. Coincidió con ella García Alegría, quien abogó por definir estas situaciones como aquellas en las que no existen tratamientos o los existentes son insuficientes, citando enfermedades como la ELA, algunas demencias, sarcomas o incluso patologías como la obesidad y la tuberculosis multirresistente.
El especialista defendió la participación activa de médicos y sociedades científicas en el desarrollo de medicamentos desde su diseño hasta la fase postcomercialización. Asimismo, criticó la rigidez de ciertos criterios regulatorios sobre conflictos de interés, que dificultan la implicación de verdaderos expertos.
El papel de los pacientes, aún en evolución
Juan da Silva aportó la visión de las organizaciones de pacientes. ?Vivimos estos avances con mucho optimismo, pero también con la necesidad de que sean sostenibles y accesibles?, afirmó. Reclamó una participación más efectiva en todos los procesos de evaluación e investigación, lamentando que muchas veces no haya retorno sobre las contribuciones realizadas por las asociaciones.
Además subrayó la importancia de valorar la innovación no sólo por su novedad tecnológica, sino por su impacto real en la vida de los pacientes. ?A veces, un cambio de presentación en un fármaco puede suponer una gran mejora en la calidad de vida?, indicó, recordando que la innovación incremental también debe tener espacio en los procesos de evaluación y financiación.
Retos del acceso y propuestas de mejora
La mesa también abordó las barreras que persisten entre la autorización europea de medicamentos y su llegada real al paciente. Los participantes coincidieron en la necesidad de simplificar procedimientos y armonizar las decisiones desde Europa hasta el ámbito autonómico y hospitalario. Ruano reconoció que el proceso actual puede volverse excesivamente complejo y anunció que la nueva legislación farmacéutica europea busca acortar plazos y reducir burocracia innecesaria.
La participación de pacientes y profesionales sanitarios en estos procesos también se reforzará, aunque aún está en discusión el alcance exacto de estas reformas. ?La ciencia va por delante de la economía, pero debemos buscar un equilibrio que garantice el acceso sin comprometer la sostenibilidad del sistema?, concluyó García Alegría.
La mesa redonda evidenció que la innovación biomédica no puede desligarse de los valores éticos, la participación colaborativa y el foco en el bienestar del paciente. Todo con el fin de que las terapias del futuro lleguen a quienes más las necesitan, en tiempo y forma adecuados.
Puedes volver a ver ésta y otras de las mesas de debate que conformaron la XII Jornada Somos Pacientes en el siguiente enlace:
La atención a la salud mental en España necesita un enfoque más integrado, coordinado y sensible a las necesidades reales de las personas afectadas. Así lo plantea el informe Juntos por una mejor salud mental. Propuestas para mejorar el uso de los psicofármacos en España, presentado este martes en Madrid por el Comité de Expertos para la Salud Mental, una iniciativa impulsada por Farmaindustria. El documento recoge 20 propuestas elaboradas con la participación de profesionales de diferentes ámbitos y de representantes del movimiento asociativo de pacientes, quienes reclaman desde hace tiempo una mejora estructural en la forma en que se abordan los trastornos mentales.
Coordinado por el psiquiatra Celso Arango y la farmacóloga clínica Arantxa Sancho, el comité ha contado con especialistas en Atención Primaria, Geriatría, Farmacología, Enfermería, Psicología y Farmacia, así como con asociaciones de pacientes como la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, representada por su presidenta, Carina Escobar. Este enfoque multidisciplinar refuerza el carácter transversal del informe, cuyo propósito es convertirse en una hoja de ruta útil para administraciones públicas, profesionales sanitarios y organizaciones sociales.
Un diagnóstico compartido y propuestas para la acción
El informe parte de un análisis riguroso de la situación actual, que identifica como principales carencias la escasa coordinación entre niveles asistenciales, la infrautilización de abordajes no farmacológicos, la necesidad de una mayor sensibilización para combatir el estigma y la falta de seguimiento adecuado de los tratamientos con psicofármacos.
Entre las recomendaciones destaca la importancia de integrar tratamientos farmacológicos y no farmacológicos basados en la evidencia científica, mejorar la formación de los profesionales en salud mental y psicofarmacología, y fomentar un sistema de información clínica más completo y actualizado que facilite el seguimiento de los pacientes.
Desde el punto de vista de los pacientes, estos cambios son especialmente necesarios. Como señaló Carina Escobar durante su intervención en la jornada de presentación, ?el sistema debe escuchar más a quienes vivimos con estos problemas, para que las decisiones clínicas tengan en cuenta nuestra experiencia y necesidades reales?. La propuesta de reforzar el papel de las organizaciones de pacientes como interlocutores clave es una de las apuestas del informe.
INFORME SALUD MENTAL. FARMAINDUSTRIA.
El papel de los psicofármacos
Una de las ideas centrales del documento es que los psicofármacos, aunque fundamentales en el tratamiento de muchos trastornos mentales, no deben utilizarse de manera aislada ni como única respuesta. ?El tratamiento farmacológico es solo una parte del abordaje. Bien indicado y seguido, puede marcar una diferencia real en la vida de muchas personas?, afirmó Fina Lladós, presidenta de Farmaindustria, en la apertura del acto.
Arantxa Sancho, directora de Asuntos Médico-Científicos de Farmaindustria, subrayó que el valor clínico y social de estos medicamentos está respaldado por la ciencia, pero advirtió de los retos actuales para garantizar su uso adecuado. Esto implica revisar protocolos, mejorar la información a pacientes y familiares, y fomentar una cultura sanitaria que combine rigor clínico y sensibilidad humana.
Durante las mesas redondas organizadas en la presentación, profesionales como Eduard Vieta, jefe de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona, y Beatriz Salazar, farmacéutica del Hospital Universitario de Ferrol, coincidieron en la necesidad de cambiar la forma en que se prescribe y monitoriza el uso de psicofármacos. También participaron representantes sociales como Miguel Ángel Alfaro, vocal del Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid, y Elsa Arnaiz, de Talento para el Futuro, quienes aportaron una mirada generacional y comunitaria al debate.
Un espacio de referencia para avanzar juntos
Este Comité de Expertos aspira a consolidarse como un foro estable de análisis y propuesta, promoviendo un abordaje más integral y racional de la salud mental en España. En su composición destaca la diversidad de miradas y la inclusión de voces clave del tercer sector, lo que lo convierte en un instrumento útil para avanzar hacia una atención más cercana, accesible y adaptada a la realidad de quienes conviven con trastornos mentales.
El informe plantea, además, la creación de indicadores de calidad para el uso de psicofármacos, el impulso de campañas de sensibilización para reducir el estigma y la integración de estrategias de prevención desde la infancia y adolescencia. Todo ello con el objetivo de poner la salud mental en el centro de las políticas públicas, algo que las asociaciones de pacientes llevan años reclamando.
Así, este informe se presenta como una oportunidad para reformular el modelo de atención y reforzar la colaboración entre todos los agentes implicados. Porque, como recuerda el título del documento, solo juntos es posible construir una mejor salud mental.
Comité de Expertos
Relación de miembros del Comité de Expertos para la Salud Mental:
Dr. Celso Arango, psiquiatra. Director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental y Jefe del Servicio de Psiquiatría del Niño y Adolescente del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM).
Dra. Paula Armero, pediatra. Fundación Vianorte-Laguna; coordinadora del Comité de Salud Mental de la Asociación Española de Pediatría.
Fernando Chacón, psicólogo. Catedrático de Psicología Social y vocal del Consejo General de la Psicología de España.
Dra. Marina Díaz, psiquiatra. Jefa de Unidad de TCA en Hospital Clínico San Carlos; Jefa de Hospitales de Día de TCA , TP, Psicosis y Trastorno Mental Grave; presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental. Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM).
Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes.
Tamara Peiró, farmacéutica; responsable del Área Asistencial del Consejo General de Colegios Farmacéuticos.
Dra. Caridad Pontes, especialista en farmacología clínica. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau / Universitat Autònoma de Barcelona.
Beatriz Salazar, farmacéutica especialista de Área en Farmacia Hospitalaria en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol; coordinadora del grupo de trabajo de Farmacia Neuropsiquiátrica de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.
Dr. Manuel Sánchez, psiquiatra. Especializado en la salud mental de los mayores y psicogeriatría; presidente de la Sociedad Española de la Psicogeriatría.
Dra. Beatriz Vielba, médico de familia del Centro de Salud La Victoria de Valladolid; coordinadora del grupo de trabajo de salud mental de la Sociedad Española de Médicos Generales de Familia.
Dr. Eduard Vieta, psiquiatra. Jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona. Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM).
Paula Zurrón, enfermera. Doctora por la Universidad de Oviedo. Especialista en salud mental del Centro de Salud Mental la Corredoria de Oviedo. Investigadora en el Grupo de Investigación de Psiquiatría del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA).
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha alertado de que la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) puede cursar de forma «silenciosa» y comprometer seriamente la salud nutricional de quienes la padecen. Y es que, algunos de los retos urgentes en el abordaje de esta patología son individualizar los tratamientos, pero también asegurar una atención integral que contemple la nutrición como uno de los ejes fundamentales.
Así, la nutrición debería ser una parte esencial en el tratamiento integral de esta patología. Precisamente, el Dr. Juan Manuel Guardia Baena, del Área de Nutrición de la SEEN, subraya la necesidad de integrar el componente nutricional en el tratamiento de la EII: ?No hay una dieta universal ni mágica. Es esencial individualizar y adaptar la alimentación a cada paciente, especialmente en función del estado de la enfermedad y sus complicaciones?.
En fases de remisión, por ejemplo, se recomienda una dieta mediterránea equilibrada, evitando productos ultraprocesados. Mientras que, en el caso de las personas con obesidad, sería necesario hacer énfasis en los cambios en el estilo de vida para favorecer una disminución de peso controlada y realizar adaptaciones dietéticas individualizadas, especialmente en fases activas o cuando existen complicaciones digestivas. Además, en ocasiones, es necesario valorar el uso de tratamiento médico nutricional especializado mediante suplementos orales nutricionales u otras opciones, como la nutrición enteral o parenteral, si fuera pertinente por la afectación intestinal.
Una enfermedad crónica
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es una enfermedad crónica que afecta principalmente al tracto digestivo y se caracteriza por un proceso inflamatorio subyacente, aunque también puede extenderse a otros órganos y sistemas del organismo. Además, existen dos tipos: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que se diferencian en la extensión de la inflamación y en la localización del tracto digestivo afectado. En la enfermedad de Crohn, la inflamación y extensión pueden afectar a cualquier parte del tubo digestivo y en todas las capas de la pared intestinal, mientras que, en la colitis ulcerosa, la inflamación se limita al colon y recto e incide solo en las capas más superficiales.
La EII puede aparecer en cualquier etapa de la vida, aunque es más frecuente entre los 15 y los 30 años y, a partir de los 50 años, registra también una elevada incidencia. Por sexos, no existe una gran diferencia, aunque algunas formas de presentación pueden ser más comunes en hombres o mujeres en función de la edad y el tipo de enfermedad.
En Europa, se estima que más del 0,3% de la población tiene una enfermedad inflamatoria intestinal, lo que representa más de 2,5 millones de personas. En España, la incidencia se sitúa en alrededor los 16 casos por cada 100.000 habitantes/año, una cifra que ha aumentado en las últimas décadas, especialmente en los países con una mayor occidentalización de los hábitos de vida.
El factor nutricional
El papel del médico especialista en Endocrinología y Nutrición, especialmente desde el área de la nutrición clínica, es esencial para prevenir, detectar y tratar la desnutrición relacionada con la enfermedad (DRE), que puede estar presente hasta en un tercio de los pacientes en el momento del diagnóstico, y con el tiempo de evolución, puede aumentar el riesgo de desnutrición antes de las cirugías o durante la implementación de tratamientos complejos. Además, los especialistas en Endocrinología y Nutrición contribuyen a optimizar el estado nutricional y pueden ayudar a mejorar el pronóstico global, ya que también atienden otras patologías que los pacientes pueden presentar a nivel metabólico como la diabetes mellitus, osteoporosis, dislipemias, obesidad, etc.
Los síntomas más frecuentes son dolor abdominal, diarrea, sangrado rectal, pérdida de peso, fatiga y, en algunos casos, fiebre. Asimismo, en fases más avanzadas o en pacientes con formas más graves, pueden aparecer manifestaciones fuera del intestino, denominadas extraintestinales, como alteraciones músculo-esqueléticas, renales, oftalmológicas, vasculares o a nivel sistémico. Además, en palabras del endocrinólogo, en el abordaje de la EII se dispone de tratamientos farmacológicos en los que cada vez se avanza más y permiten controlar los brotes y mantener en el tiempo periodos de remisión. ?El objetivo es mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones, por lo que el estado nutricional es un factor determinante para conseguirlo?, enfatiza el Dr. Guardia Baena.
Individualizar los tratamientos
El Dr. Guardia Baena afirma que, en los últimos años, se ha avanzado en el conocimiento de los mecanismos inmunológicos relacionados con la EII y en el desarrollo de nuevas terapias farmacológicas disponibles en este campo como las terapias biológicas. ?Desde el punto de vista nutricional, se está poniendo en valor la desnutrición relacionada con la enfermedad (DRE) y su abordaje multidisciplinar, así como la sarcopenia como nuevo marcador clínico en la EII?, indica.
Por su parte, la SEEN impulsa diversas iniciativas formativas y divulgativas, entre las que se encuentran el Aula Virtual de Nutrición, donde se aloja un módulo específico sobre la enfermedad inflamatoria intestinal, que cuenta con el aval del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU), que también dispone de una plataforma educativa, G-Educainflamatoria. En el módulo se proporciona información general sobre esta enfermedad y se abordan aspectos fundamentales como el cribado y la valoración nutricional, se reflejan recomendaciones dietéticas y se abordan también otros factores relacionados con la EII, como la adherencia terapéutica y el papel del ejercicio físico, entre otros. Además, estos contenidos están orientados tanto a pacientes como a profesionales.
Asimismo, la SEEN promueve la investigación en el ámbito de la nutrición clínica, a través de proyectos que cuentan con su aval, fomenta la formación continuada mediante cursos específicos sobre patologías que pueden afectar al estado nutricional, como la EII, y colabora también en campañas informativas y de concienciación para mejorar el manejo global de estas enfermedades.
La desigualdad en el acceso a determinados tratamientos cardiovasculares sigue siendo una de las principales preocupaciones de los pacientes en Cataluña. Así lo ha expresado Tomás Fajardo, presidente de Cardioalianza, en una entrevista para Somos Pacientes. Fajardo alerta de que la equidad territorial en la asistencia sanitaria ?es todavía una asignatura pendiente? y que en su comunidad autónoma hay pacientes que no están recibiendo la medicación más adecuada para su enfermedad, a pesar de estar aprobada y financiada por el Sistema Nacional de Salud.
Fajardo denuncia que en Cataluña se está limitando la prescripción de medicamentos innovadores para el tratamiento del colesterol y otras enfermedades cardiovasculares. Aunque estos fármacos han superado todos los filtros de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) y cuentan con financiación pública, su uso no se generaliza en la comunidad catalana. ?Se nos dice que hay alternativas que cumplen la misma función, pero la realidad es que se están poniendo trabas administrativas a los médicos, se establecen cupos o se exige una burocracia excesiva que retrasa o impide que se receten?, explica.
El presidente de Cardioalianza subraya que estas limitaciones suponen un perjuicio clínico y emocional para las personas afectadas. ?El paciente no sólo se enfrenta a su diagnóstico, también tiene que preocuparse por si va a recibir el tratamiento que necesita. No debería ser así. No tendría que depender del lugar donde vive?, añade.
Desde la organización, se están realizando esfuerzos para visibilizar esta situación y presionar a las autoridades para corregir estas disparidades. ?Estamos luchando para que todos los pacientes tengan los mismos derechos, independientemente del código postal?, asegura Fajardo.
El paciente, presente en la investigación
Estas reivindicaciones se enmarcan en un contexto de creciente participación del movimiento asociativo en la investigación y la innovación terapéutica. Según Fajardo, uno de los cambios más significativos que se están produciendo en los últimos años es el mayor peso de las asociaciones de pacientes en los proyectos de investigación clínica. ?Cada vez se cuenta más con nosotros, especialmente en iniciativas que optan a financiación europea, donde se valora mucho la implicación directa de quienes conviven con la enfermedad?, señala.
De hecho, durante el último congreso de Cardioalianza, se presentaron tres proyectos científicos respaldados por la entidad. Una evidencia, según Fajardo, de que la voz del paciente ya no se percibe como testimonial, sino como un elemento esencial para el avance de la medicina centrada en la persona.
Mujeres y enfermedad cardiovascular
Por otra parte, el portavoz de la asociación hizo referencia a la inequidad que también afecta a las mujeres en el ámbito cardiovascular. ?Hay una brecha clara: ellas tardan más en acudir a urgencias, reciben diagnósticos más tarde y los tratamientos no siempre son los adecuados?, afirma Fajardo.
Esta situación, unida a factores biológicos y sociales, está provocando que la enfermedad cardiovascular afecte de forma especialmente grave al colectivo femenino. Por eso, desde la asociación se reclaman más estudios específicos sobre el impacto de estas patologías en mujeres y medidas que reduzcan esta desigualdad de género en la atención sanitaria.
Implicación y adherencia
Pese a las dificultades, Fajardo valora positivamente el cambio de actitud en el entorno clínico hacia los pacientes. Considera que un paciente informado, implicado y consciente de la importancia de la adherencia a los tratamientos ?tanto farmacológicos como de hábitos de vida? mejora notablemente el trabajo de los profesionales sanitarios.
?Muchos pacientes que han superado un infarto, por ejemplo, abandonan con el tiempo las pautas de ejercicio físico que deberían mantener. Por eso es tan importante que estén empoderados, que comprendan el papel que tienen en su propia recuperación?, concluye.
Desde Cardioalianza, insisten en que esta equidad y participación real del paciente debe ser un eje fundamental en cualquier estrategia de salud pública, especialmente en una enfermedad que continúa siendo la primera causa de muerte en España.
En España, los accidentes son la principal causa de muerte en la infancia, y muchos de ellos son evitables. Atragantamientos, ahogamientos y golpes de calor se intensifican en verano cuando aumentan las temperaturas, las actividades al aire libre y el contacto con piscinas y playas. Ante esta realidad, la Asociación Española de Pediatría (AEP) lanza esta guíabreve con recomendaciones clave y algoritmos prácticos para ayudar a prevenir siniestros y salvar vidas.
Los ahogamientos representan en España la segunda causa de fallecimiento accidental en menores de 14 años. En 2024, se registraron 471 muertes por ahogamiento en espacios acuáticos en España, lo que representa un incremento del 11,6% respecto a las 422 muertes ocurridas en 2023. Este dato convierte al año 2024 en el segundo peor de la última década en cuanto a ahogamientos, solo superado por 2017, cuando se contabilizaron 481 fallecimientos por esta causa.
Conviene recordar que, además, se considera que por cada muerte de ahogamiento puede haber de uno a cuatro ahogamientos no mortales que requieren hospitalización y pueden dejar secuelas con distintos grados de daño neurológico.
Pero los más pequeños no son los únicos que se ahogan. Se registran dos picos de incidencia de ahogamientos, el de los niños por debajo de 4 años y el de los adolescentes, normalmente varones (duplicando el índice de mortalidad de las niñas). Los incidentes de los primeros suelen producirse en agua dulce, especialmente en piscinas particulares, mientras que los segundos tienden a sufrir este tipo de accidentes en el mar, canales, ríos y lagos, asociándose el alcohol y las drogas como causas desencadenantes. Al estar estos ahogamientos relacionados con actividades de ocio se producen principalmente en verano y durante los fines de semana. Por franja horaria, la mayor cifra de ahogamientos se registra entre las 16:00 y 18:00 horas de la tarde.
Verdades sobre los ahogamientos
El único sistema que previene el ahogamiento infantil son tus brazos
Los niños deben estar siempre supervisados en playas, piscinas, ríos o pantanos, aunque estos lleven puesto algún sistema de flotación como colchonetas hinchables, flotadores con forma de aro, manguitos, etc. Estos dispositivos por sí solos no previenen el ahogamiento, ya que no garantizan que las vías respiratorias queden fuera del agua en todo momento. Su uso como medida preventiva no debe ser nunca exclusivo. Dentro de estos sistemas de flotación, el único que se considera efectivo es el chaleco salvavidas. Aun así, el adulto no debería alejarse del niño más allá de lo que le alcancen los brazos. Incluso aunque haya socorrista, no debemos dejar de vigilar a los menores, pues son responsabilidad de los padres.
No hay cantidad de agua segura
Es importante conocer que un lactante se puede ahogar incluso en una pequeña profundidad de 2 cm de agua. Por ello, no debemos dejar de supervisar nunca a los más pequeños cuando haya un potencial riesgo, por pequeño que parezca. Se pueden dar ahogamientos en bañeras, cubos de fregona o recipientes similares donde se acumule agua, inodoros, piscinas hinchables, piscinas de chapoteo, estanques, pozos, etc.
Los cercados incompletos de piscinas y las lonas flojas no protegen
Se recomienda el cercado completo de las piscinas, de modo que no se impida la visualización directa de la misma, pero, siendo lo suficientemente alto como para que un niño no la pueda escalar (mínimo 122 cm desde el suelo). No deberían quedar huecos de más de 10 centímetros en ninguna de sus uniones, ni tampoco hasta el suelo, pues un menor podría colarse por debajo. Debe prestarse atención también al cierre de la puerta, que no tiene que estar accesible para el menor. Asimismo, las lonas que cubren las piscinas deben ser firmes y capaces de soportar un peso de hasta 100 kilos, cubriendo toda la superficie sin dejar espacios libres en los bordes donde un niño podría caer.
Mejor tirarse de pie
Es mucho más seguro que los niños se tiren al agua de pie que de cabeza, para evitar posibles accidentes en la columna vertebral y la médula espinal. Las normativas de las piscinas prohíben tirarse de cabeza cuando la profundidad no supera los 1?20 metros, pero en otros medios, como en un río, el mar o un pantano, no se puede conocer a ciencia cierta la profundidad y tirarse de este modo podría resultar peligroso.
Hay que tapar los desagües
Los desagües de las piscinas deben contar con rejillas u otro mecanismo que evite el atrapamiento por succión.
Mitos sobre los ahogamientos
La bandera roja no afecta a todos los bañistas
En redes sociales se ha popularizado la creencia de que la bandera roja no aplica a los deportistas, ya que muchas de las condiciones que requieren para su actividad, como el oleaje o el viento, suelen coincidir con el izado de esta señal de peligro. Sin embargo, contar con un alto nivel de experiencia en deportes náuticos, practicar surf, nadar en aguas abiertas o realizar cualquier disciplina acuática no exime del cumplimiento de las normas ni garantiza inmunidad frente a posibles incidentes en el agua. De hecho, cuanto mayor es la práctica, mayor es también la exposición y, en consecuencia, el riesgo.
La persona que se ahoga pide ayuda
Una persona que se está ahogando suele hacerlo en silencio: no grita ni pide ayuda, sino que centra todos sus esfuerzos en intentar mantener la cabeza fuera del agua para poder respirar. El proceso puede durar desde apenas unos segundos hasta pocos minutos, y la víctima puede hundirse y desaparecer de la superficie en aproximadamente 90 segundos. Esta rápida evolución convierte la identificación del ahogamiento en un desafío tanto para los socorristas como para los bañistas, ya que a menudo puede confundirse con juegos o actividades recreativas.
Ante un ahogamiento hay que lanzarse a socorrer
La respuesta ante un ahogamiento debe ser inmediata: lo primero es alertar a los servicios de emergencia y, si es posible, lanzar o acercar un objeto flotante para que la víctima pueda sostenerse y mantenerse a flote hasta la llegada de ayuda especializada. Es fundamental que los expertos y gestores de riesgos insistan en la importancia de que los testigos no entren al agua para intentar un rescate, ya que esto podría poner en peligro también su vida y generar una segunda emergencia. Además, se recomienda disponer de dispositivos de flotación en espacios públicos, fácilmente accesibles, para que puedan ser utilizados rápidamente en caso de necesidad.
Hay que colocar la víctima ahogada boca abajo para vaciar el agua de los pulmones
Durante mucho tiempo se ha creído que, para reanimar a una persona ahogada, era necesario vaciar el agua de sus pulmones. Sin embargo, estas maniobras no solo son ineficaces, sino que también provocan una pérdida de tiempo crucial para revertir la hipoxia de la víctima. En la actualidad, la recomendación es clara: si una persona rescatada del agua no respira, debe aplicarse de inmediato el protocolo de reanimación cardiopulmonar (RCP), combinando ventilaciones y compresiones torácicas.
Tras la comida no hay que bañarse para evitar el corte de la digestión
El llamado «corte de digestión» es, en realidad, un mito muy arraigado y difundido. Tradicionalmente se aconsejaba esperar unas dos horas tras una comida antes de bañarse para evitar este supuesto riesgo. Sin embargo, el término correcto para el fenómeno que preocupa es síncope por hidrocución, un choque térmico que afecta a la circulación sanguínea y puede producirse tanto dentro como fuera del agua. Para prevenirlo, se recomienda aclimatarse de forma gradual al agua, mantenerse bien hidratado, evitar comidas copiosas y la exposición prolongada al calor, así como estar alerta ante cualquier signo de mareo, debilidad o malestar.
Cómo reaccionar ante un ahogamiento
La RCP pediátrica presenta particularidades que debemos conocer: la presión emocional y la posibilidad de complicaciones simultáneas son mayores que en situaciones que afectan exclusivamente a adultos, lo que puede dificultar tanto la gestión de la escena como la coordinación de los recursos disponibles. Para actuar, deberemos seguir las instrucciones del siguiente algoritmo, sin perder tiempo: