La desigualdad en el acceso a determinados tratamientos cardiovasculares sigue siendo una de las principales preocupaciones de los pacientes en Cataluña. Así lo ha expresado Tomás Fajardo, presidente de Cardioalianza, en una entrevista para Somos Pacientes. Fajardo alerta de que la equidad territorial en la asistencia sanitaria ?es todavía una asignatura pendiente? y que en su comunidad autónoma hay pacientes que no están recibiendo la medicación más adecuada para su enfermedad, a pesar de estar aprobada y financiada por el Sistema Nacional de Salud.
Fajardo denuncia que en Cataluña se está limitando la prescripción de medicamentos innovadores para el tratamiento del colesterol y otras enfermedades cardiovasculares. Aunque estos fármacos han superado todos los filtros de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) y cuentan con financiación pública, su uso no se generaliza en la comunidad catalana. ?Se nos dice que hay alternativas que cumplen la misma función, pero la realidad es que se están poniendo trabas administrativas a los médicos, se establecen cupos o se exige una burocracia excesiva que retrasa o impide que se receten?, explica.
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El presidente de Cardioalianza subraya que estas limitaciones suponen un perjuicio clínico y emocional para las personas afectadas. ?El paciente no sólo se enfrenta a su diagnóstico, también tiene que preocuparse por si va a recibir el tratamiento que necesita. No debería ser así. No tendría que depender del lugar donde vive?, añade.
Desde la organización, se están realizando esfuerzos para visibilizar esta situación y presionar a las autoridades para corregir estas disparidades. ?Estamos luchando para que todos los pacientes tengan los mismos derechos, independientemente del código postal?, asegura Fajardo.
El paciente, presente en la investigación
Estas reivindicaciones se enmarcan en un contexto de creciente participación del movimiento asociativo en la investigación y la innovación terapéutica. Según Fajardo, uno de los cambios más significativos que se están produciendo en los últimos años es el mayor peso de las asociaciones de pacientes en los proyectos de investigación clínica. ?Cada vez se cuenta más con nosotros, especialmente en iniciativas que optan a financiación europea, donde se valora mucho la implicación directa de quienes conviven con la enfermedad?, señala.
De hecho, durante el último congreso de Cardioalianza, se presentaron tres proyectos científicos respaldados por la entidad. Una evidencia, según Fajardo, de que la voz del paciente ya no se percibe como testimonial, sino como un elemento esencial para el avance de la medicina centrada en la persona.
Mujeres y enfermedad cardiovascular
Por otra parte, el portavoz de la asociación hizo referencia a la inequidad que también afecta a las mujeres en el ámbito cardiovascular. ?Hay una brecha clara: ellas tardan más en acudir a urgencias, reciben diagnósticos más tarde y los tratamientos no siempre son los adecuados?, afirma Fajardo.
Esta situación, unida a factores biológicos y sociales, está provocando que la enfermedad cardiovascular afecte de forma especialmente grave al colectivo femenino. Por eso, desde la asociación se reclaman más estudios específicos sobre el impacto de estas patologías en mujeres y medidas que reduzcan esta desigualdad de género en la atención sanitaria.
Implicación y adherencia
Pese a las dificultades, Fajardo valora positivamente el cambio de actitud en el entorno clínico hacia los pacientes. Considera que un paciente informado, implicado y consciente de la importancia de la adherencia a los tratamientos ?tanto farmacológicos como de hábitos de vida? mejora notablemente el trabajo de los profesionales sanitarios.
?Muchos pacientes que han superado un infarto, por ejemplo, abandonan con el tiempo las pautas de ejercicio físico que deberían mantener. Por eso es tan importante que estén empoderados, que comprendan el papel que tienen en su propia recuperación?, concluye.
Desde Cardioalianza, insisten en que esta equidad y participación real del paciente debe ser un eje fundamental en cualquier estrategia de salud pública, especialmente en una enfermedad que continúa siendo la primera causa de muerte en España.