La prestigiosa revista New England Journal of Medicine ha publicado los resultados de un estudio clínico internacional que demuestra, por primera vez, la eficacia de una terapia génica en pacientes con deficiencia de adhesión leucocitaria tipo I (LAD-I), una enfermedad rara y grave del sistema inmunitario. El tratamiento ha permitido que todos los pacientes tratados, tras un seguimiento de entre 18 y 45 meses, estén vivos y sin recurrencias infecciosas, lo que representa un hito terapéutico sin precedentes para esta patología.
El ensayo ha contado con una destacada participación española, con contribuciones clave del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), el CIBER de Enfermedades Raras (CIBERER) y el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD), bajo la coordinación científica de la doctora Elena Almarza y el profesor Juan Bueren.
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La LAD-I es una inmunodeficiencia primaria causada por la ausencia o deficiencia de la proteína CD18, indispensable para que los glóbulos blancos puedan abandonar el torrente sanguíneo y alcanzar los tejidos infectados. Esta alteración compromete gravemente la respuesta inmune y conduce a infecciones recurrentes y potencialmente mortales desde los primeros meses de vida. En los casos graves, la tasa de supervivencia sin tratamiento apenas supera el 30% a los tres años de edad, y el trasplante de médula ósea, único tratamiento hasta ahora, conlleva numerosos riesgos y complicaciones.
Un enfoque innovador desde España
La nueva terapia génica consiste en corregir el defecto genético mediante la introducción de una copia funcional del gen CD18 en las células madre hematopoyéticas del propio paciente. Esta versión corregida permite restablecer la producción de la proteína ausente y recuperar la función inmune.
El desarrollo de esta terapia comenzó en los laboratorios del CIEMAT y del CIBERER, donde el equipo de investigación diseñó un vector viral portador del gen CD18. Los estudios preclínicos en modelos animales mostraron resultados altamente prometedores: los animales tratados con células madre corregidas quedaron libres de la enfermedad.
?Los datos eran tan esperanzadores que atrajeron el interés inmediato del presidente de Rocket Pharma, el doctor Gaurav Shah, quien apostó por acelerar su aplicación clínica?, ha explicado Juan Bueren. Así, en 2016, la tecnología fue licenciada a la biotecnológica estadounidense Rocket Pharma, gracias al trabajo conjunto de los equipos de transferencia del CIEMAT, CIBERER, IIS-FJD y la Fundación Botín. El objetivo: lanzar un ensayo clínico internacional con nueve pacientes afectados de LAD-I para evaluar seguridad y eficacia, y avanzar hacia la comercialización del tratamiento.
Resultados con impacto clínico y social
El tratamiento se basa en un proceso de terapia génica ex vivo. En primer lugar, se recolectan células madre hematopoyéticas de la médula ósea del paciente. Estas células se modifican genéticamente en el laboratorio mediante el vector viral desarrollado, que introduce la copia sana del gen CD18. Posteriormente, el paciente recibe un tratamiento de acondicionamiento con fármacos que eliminan las células enfermas y, a continuación, se le reinfunden sus propias células corregidas.
Gracias a esta estrategia, todos los pacientes tratados en el ensayo han experimentado una recuperación funcional del sistema inmunitario. Según los datos publicados, después de entre 18 y 45 meses de seguimiento, no se ha registrado ningún fallecimiento ni nuevos episodios infecciosos graves en los participantes. ?Este tratamiento innovador supone un avance enorme para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con LAD-I?, ha afirmado el doctor Pablo Sevilla, jefe de un Grupo Clínico Vinculado al CIBERER.
Esperanza para las enfermedades raras
Los resultados del ensayo representan una validación clínica sólida del enfoque terapéutico y abren la puerta a que esta terapia génica se convierta en un tratamiento disponible en los próximos años, sujeto a la aprobación de las agencias reguladoras. Más allá del éxito clínico, el trabajo es también un ejemplo de cómo la colaboración entre ciencia básica, centros de investigación, hospitales, instituciones públicas y el sector privado puede dar lugar a innovaciones terapéuticas con un alto impacto social, especialmente en el ámbito de las enfermedades raras, donde las opciones de tratamiento son escasas y la investigación, muchas veces, limitada por el bajo número de pacientes.
La LAD-I es solo una de las más de 7.000 enfermedades raras identificadas. La mayoría de ellas tienen un origen genético, lo que convierte a la terapia génica en una de las estrategias más prometedoras para su abordaje. Este éxito coloca a España en una posición de referencia internacional en la investigación y desarrollo de este tipo de tratamientos avanzados. En palabras de Bueren, ?este logro es el fruto de años de trabajo colectivo, de la confianza en la ciencia y de la convicción de que ningún paciente debe quedarse sin opciones, por rara que sea su enfermedad?.