¡Pulgar recolocado!

Este segundo postoperatorio no iba a pasar sin contratiempos y alguna que otra visita hubo que hacer al hospital. Incluso se hizo necesario cambiar los apósitos, cosa menos fácil cuando la mano está posicionada de forma estratégica. Algo tan simple se convirtió en una delicada acción y obligó a que la férula se quedara una semana más.

Entre tanto, y cuando ya pasaron las molestias iniciales, Martina se incorporó a su guardería. Al igual que en el primer postoperatorio, todos necesitábamos recuperar nuestra rutina. Durante estos días nuestra pequeña no dejaba de sorprendernos mostrándonos día tras día cómo se las ingeniaba para realizar acciones propias de su edad. También nos sorprendía y mucho que nunca se quejara de ese yeso y ese vendaje.

Llego el día en que debían levantar vendas y retirar la férula. Expectación, nervios e incluso necesidad de ver el aspecto de su nueva y pequeña mano. Fue una maniobra bastante complicada dada la gran sensibilidad de la piel después de tanto tiempo bajo los vendajes.

Cuando al fin la mano quedó al descubierto pudimos comprobar que efectivamente el emplazamiento de su pulgar era ahora mucho más correcto y nos aportó una gran alegría, pero a la vez nos chocó ver que su aspecto quedaba aún lejos de ser una mano bonita hasta que pensamos que es una intervención larga y complicada la sufrida y que son cinco incisiones las practicadas. Al respecto ya se encargaron de explicarnos que con el tiempo recobraría su anterior aspecto.

Visto que todo marchaba de forma correcta, le volvieron a vendar y a colocar férula para unos diez días más, entonces acudiríamos nuevamente para ver la evolución en general y de las suturas en particular, siempre pendientes de no encontrar una infección. Destacar la gran pericia, paciencia y buen hacer de Margarita, enfermera de Traumatología de Infantil.

A Martina, aquello de regresar a casa con la mano vendada nuevamente no le hizo mucha ilusión y, para ser sinceros, hemos de decir que a nosotros tampoco, pero la doctora así lo vio necesario y no quedaba otra. En unos pocos días volveríamos y ya para dar fin definitivo a las vendas.