Un nuevo tratamiento basado en un anticuerpo conjugado a fármaco (ADC) ha ofrecido una esperanza terapéutica a las mujeres con cáncer de ovario resistente al platino, uno de los escenarios más complicados en oncología ginecológica. Así lo ha revelado el ensayo clínico de fase I presentado en el congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrado en Berlín, por Antonio González, director del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN).
Este nuevo medicamento, denominado TUB-040 y desarrollado por la biotecnológica Tubulis, ha mostrado una tasa de respuesta global del 59% en mujeres con carcinoma seroso de alto grado, previamente tratadas con múltiples líneas de quimioterapia y sin selección previa por biomarcadores. El fármaco se dirige contra la proteína NaPi2b, altamente expresada en este tipo de tumor, y actúa entregando un agente citotóxico de forma dirigida, lo que aumenta la eficacia y reduce los efectos secundarios.
El cáncer de ovario, en su forma resistente al tratamiento con platino, representa una situación clínica con opciones limitadas y con bajas tasas de respuesta a la quimioterapia convencional. Por eso, los resultados de este ensayo han despertado gran interés entre la comunidad médica y científica.
?Los datos preliminares de TUB-040 son muy prometedores por la alta actividad clínica observada con una excelente tolerancia?, destacó González durante la presentación. ?La aparición temprana de las respuestas y su mejora progresiva a lo largo del ensayo son especialmente relevantes en este contexto clínico tan difícil?, añadió.
El estudio incluyó a 67 mujeres con una edad media de 62 años, tratadas en centros hospitalarios europeos y estadounidenses. Las pacientes habían recibido una mediana de cuatro líneas previas de tratamiento, lo que indica el nivel avanzado de la enfermedad y la necesidad urgente de alternativas terapéuticas eficaces.
Relevancia para las pacientes
Aunque se trata de una fase inicial del desarrollo clínico, este avance supone un rayo de esperanza para las pacientes. Las organizaciones vinculadas al cáncer de ovario llevan años reclamando mayores esfuerzos en investigación y acceso a terapias innovadoras, especialmente para aquellas mujeres que no responden a los tratamientos estándar.
El ensayo presentado en Berlín forma parte de una línea de investigación más amplia sobre el uso de ADCs dirigidos contra dianas tumorales específicas. La tecnología ADC combina la capacidad de los anticuerpos monoclonales para dirigirse a células tumorales concretas con la potencia de fármacos citotóxicos, permitiendo atacar el cáncer con mayor precisión y menos toxicidad sistémica.
Se espera que en los próximos meses se inicie la fase II del ensayo clínico, que permitirá confirmar estos resultados preliminares en una muestra más amplia y con mayor seguimiento. De mantenerse la eficacia y tolerabilidad observadas, TUB-040 podría convertirse en una nueva opción terapéutica para pacientes con cáncer de ovario avanzado y sin alternativas efectivas.
Las asociaciones de pacientes llevan años solicitando un marco jurídico específico que reconozca su papel en el sistema sanitario y garantice su participación efectiva y sostenible dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS). Con el objetivo de poner en común las principales demandas con respecto a la futura Ley de Organizaciones de Pacientes, se ha celebrado en Madrid la jornada ?La futura Ley de Organizaciones de Pacientes: hacia un papel activo y reconocido?, organizada por el Foro Español de Pacientes (FEP) en colaboración con el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC). La jornada ha reunido a representantes del Gobierno, asociaciones de pacientes y partidos políticos.
Andoni Lorenzo, presidente del FEP, fue el encargado de dar la bienvenida a la jornada. ?Las asociaciones no son un actor accesorio, sino una pieza esencial del sistema con voz experta que aporta valor, conocimiento y humanidad a las políticas sanitarias?, afirmó. Además, defendió que esta futura ley debe promover la transparencia, la independencia y la equidad, asegurando un acceso justo a la financiación púbica y la información. ?Contar con una ley específica es un paso decisivo para dotar al movimiento de seguridad jurídica, legitimidad institucional y estabilidad?, subrayó.
Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, ha inaugurado la sesión destacando que ?uno de los elementos clave de la Ley es la incorporación reglada de las organizaciones de pacientes en el Comité Consultivo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, garantizando así su participación efectiva y su capacidad de influencia en la toma de decisiones?. Como puntos clave del texto, el secretario de Estado de Sanidad, destacó la creación estatal de organizaciones de pacientes, que servirá para canalizar su participación en la evaluación de tecnologías sanitarias o en proyectos de investigación. ?Es fundamental que la participación no se limite a un gesto simbólico, sino que tenga capacidad real de influencia?, afirmó. Para ello, la ley incluirá un capítulo sobre financiación pública, reconociendo el derecho de las asociaciones a recibir fondos institucionales de manera transparente y proporcional. ?Durante años las administraciones se quejaban de la financiación privada de estas organizaciones sin ofrecer alternativa. Eso debe cambiar?, añadió.
Padilla insistió en que la ley no pertenece a ningún partido. ?No es de SUMAR, ni del PSOE, ni del PP. Es una ley que surge del trabajo de las propias organizaciones de pacientes, que han alcanzado la madurez suficiente para que esto sea una realidad?, concluyó.
El valor del paciente organizado
Boi Ruiz, director del Instituto Universitario de Pacientes de la Universidad Internacional de Cataluña y Ex Conseller de Salud del Govern de la Generalitat de Cataluña, ha realizado una ponencia titulada ?El valor del paciente organizado: veinte años de historia y futuro compartido?, en la que mencionó que ?la participación de los pacientes en los diferentes ámbitos del sector sanitario ha evolucionado de la invitación por parte de los agentes del sector sanitario, ya sea por libre albedrío o de respuesta a un conflicto, al reconocimiento de un derecho que requiere regulación y armonía en el conjunto del SNS?. Y afirmó: ?La participación de los pacientes no solo humaniza la asistencia sanitaria, también mejora los resultados en salud. Las organizaciones de pacientes aportan conocimiento, corresponsabilidad y sentido común al sistema?.
En esta línea se expresaron también Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC); y Raquel Sánchez, vicepresidenta segunda del Foro Español de Pacientes. Ambas abrieron debate sobre el papel de las organizaciones de pacientes en la sociedad actual.
Begoña Barragán recordó que el movimiento ha recorrido un largo camino desde sus orígenes: ?Venimos de un modelo basado en compartir sufrimiento y ayudarnos mutuamente. Hoy somos actores clave en la sanidad, con una voz consolidada y una misión clara: defender los derechos de los pacientes?. Advirtió que el modelo actual se está agotando y requiere adaptarse a una nueva realidad social. ?Tenemos que profesionalizarnos, formar líderes y garantizar el relevo generacional. Nos cuesta mucho que la gente joven tome el testigo?, indicó.
Raquel Sánchez coincidió con la presidenta del GEPAC en que el modelo actual se enfrenta a un proceso de transformación que requiere nuevas herramientas y liderazgo y añadió que las asociaciones deben tener un papel más activo en la elaboración de políticas públicas. Además, recordó que muchas organizaciones pequeñas sobreviven gracias al voluntariado, lo que pone en riesgo su continuidad. ?Las asociaciones no son solo grupos de apoyo: representan conocimiento y experiencia real. Deben tener los mismos derechos que otros agentes del sistema sanitario?, subrayó.
Hacia una ley de consenso
La segunda mesa, reunió a Isabel María Moreno, vocal del Grupo Popular en la Comisión de Sanidad del Senado; Nuria Medina, portavoz socialista en la Comisión de Igualdad del Senado; e Iván Sánchez, portavoz de VOX en las Cortes de Castilla-La Mancha. Bajo el título ?La voz de los pacientes en la agenda política: hacia una ley de consenso?, los tres representantes parlamentarios coincidieron en la necesidad de avanzar hacia una ley consensuada, alejada de intereses partidistas.
Isabel María Moreno afirmó que el nuevo marco legal debe garantizar transparencia: ?los pacientes tienen derecho a estar en la mesa donde se decide su salud. Es una cuestión de justicia y de eficacia?. Por su parte, Nuria Medina, destacó la importancia de la equidad territorial, defendiendo que la ley debe asegurar las mismas oportunidades de participación para todos, independientemente del ámbito autonómico. ?El movimiento asociativo ha demostrado madurez y capacidad. Ahora toca acompañarlo con herramientas jurídicas?, subrayó. Iván Sánchez expresó su apoyo a una regulación clara y realista. ?Las organizaciones deben ser escuchadas y respetadas, pero también corresponsables del sistema?, añadió.
Contribución esencial del paciente a la salud pública
La jornada concluyó reafirmando la importancia de avanzar hacia un marco normativo sólido y consensuado que reconozca el papel de las asociaciones de pacientes como actores estratégicos del sistema sanitario. Los participantes destacaron la necesidad de fortalecer su voz, garantizar su sostenibilidad y consolidar su participación en la toma de decisiones, subrayando que la futura Ley de Organizaciones de Pacientes constituye un paso clave para situar a los pacientes en el centro y promover un sistema más inclusivo, transparente y participativo.
Los ponentes coincidieron en que la futura ley será un paso clave hacia una sanidad más participativa y humana y representará un avance democrático al integrar la experiencia del paciente en la toma de decisiones.
Andoni Lorenzo, cerró el acto destacando que ?reconocer legalmente al movimiento asociativo de pacientes es reconocer su contribución esencial a la salud pública?. El acto concluyó con un mensaje unánime: la voluntad de administraciones, asociaciones y ciudadanía de avanzar hacia una sanidad más participativa, humana y justa.
La cronicidad se ha consolidado como uno de los grandes retos del sistema sanitario español, tanto por su creciente prevalencia como por el impacto que tiene en la calidad de vida de las personas y en la sostenibilidad del sistema. El envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades de larga duración y la necesidad de una atención continuada exigen una revisión profunda del modelo asistencial. Con este reto sobre la mesa, el Ministerio de Sanidad ha decidido reactivar y actualizar la Estrategia de Cronicidad, un plan que se puso en marcha en 2012 y fue evaluado en 2021 para identificar sus carencias y retos pendientes.
Así lo ha explicado María Fernández, subdirectora general de Calidad Asistencial del Ministerio, quien ha señalado la necesidad de avanzar hacia una atención más integral, coordinada y sostenible. «Hemos podido detectar cuáles son las carencias y los retos a los que nos tenemos que enfrentar para mejorar ahora la atención a los pacientes crónicos?, afirma Fernández.
En este vídeo, la portavoz subraya que el nuevo impulso a la estrategia busca pasar de la planificación a la acción, con planes operativos y líneas estratégicas que hagan posible una atención más efectiva para los pacientes. ?Queremos aterrizar la cronicidad como una realidad tanto para los pacientes como para los profesionales y avanzar en su abordaje?, destaca.
Atención Primaria como punto de partida
El enfoque será multidisciplinar, implicando a todos los niveles del sistema sanitario ?desde la Atención Primaria y los hospitales hasta los servicios sociosanitarios y de salud mental?, pero con un claro eje central: el paciente. ?El paciente tiene que participar y empoderarse. Tiene una enfermedad crónica, pero también debe ser parte activa en su manejo?, explica.
María Fernández recalca que la Atención Primaria será el pilar sobre el que se construya el nuevo modelo de atención a la cronicidad. Desde ella se impulsará la prevención, la detección precoz y el seguimiento continuado de los pacientes. ?La atención primaria es donde tenemos que empezar el abordaje de la cronicidad, empezando por la prevención y el diagnóstico precoz, y realizando el seguimiento de enfermedades y tratamientos?, detalla.
Garantizar la sostenibilidad del sistema es otro de los grandes objetivos. Para ello, Fernández aboga por una adecuación de la práctica clínica, centrada en eliminar aquellas intervenciones que no aportan valor real a los pacientes. ?Tenemos que empezar a invertir en no hacer y dejar de hacer aquellas prácticas que no aportan valor y que van a consumir recursos sanitarios?, indica.
La subdirectora general también subraya la necesidad de evaluar el impacto económico de las políticas sanitarias para asegurar que las medidas contribuyan a un sistema más sostenible y, al mismo tiempo, mejoren la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas.
El crecimiento infantil constituye uno de los principales indicadores del estado de salud en la infancia. Un crecimiento adecuado refleja, en la mayoría de los casos, un desarrollo correcto. Por el contrario, un enlentecimiento o una detención del crecimiento pueden ser los primeros signos de una alteración médica que requiere atención.
Consideramos que un niño presenta talla baja cuando su estatura se sitúa por debajo del percentil 3 en las tablas de referencia de crecimiento específicas para su edad y sexo. En España, la referencia habitual son los datos del Estudio Español de Crecimiento 2010. No obstante, esta definición no abarca todas las situaciones relevantes. Resulta igualmente necesario prestar atención a aquellos casos en los que la estatura del niño se encuentra muy por debajo de la esperada en relación con la talla genética (la de los progenitores) o cuando la velocidad de crecimiento disminuye de manera sostenida, al menos a lo largo de un año.
Y es que el crecimiento insuficiente puede obedecer a múltiples causas, que abarcan desde factores ambientales hasta enfermedades específicas: nutrición insuficiente o desequilibrada; enfermedad celíaca, que impide la adecuada absorción de nutrientes; hipotiroidismo, caracterizado por un déficit de hormonas tiroideas; trastornos genéticos que condicionan talla baja, como el síndrome de Turner, entre otros; o niños nacidos pequeños para la edad gestacional que no logran un crecimiento recuperador adecuado.
Déficit de hormona de crecimiento
Una causa poco frecuente, pero de especial relevancia, es el déficit de hormona de crecimiento. Este trastorno no solo afecta a la estatura final, sino también a la composición corporal, favoreciendo un mayor porcentaje de grasa y menor masa muscular. También afecta la salud ósea, y se asocia a un aumento del riesgo cardiovascular y metabólico en la edad adulta. Además, repercute en la esfera psicológica, con posibles efectos sobre la autoestima y la integración social.
El pronóstico de las alteraciones del crecimiento depende en gran medida de su detección temprana, de ahí la importancia del diagnóstico precoz. Una identificación oportuna permite iniciar el tratamiento en el momento más adecuado, con mejores resultados tanto en la ganancia de talla como en la salud general del niño.
Los controles de salud infantil realizados en atención primaria desempeñan un papel central en esta tarea. Las revisiones periódicas ofrecen la oportunidad de detectar desviaciones en la velocidad de crecimiento, y de identificar situaciones que requieren valoración por endocrinología pediátrica. La asistencia regular a estas consultas resulta, por tanto, esencial.
Concienciación
La concienciación también juega un papel clave en el proceso. Las campañas de información dirigidas a la población como Impulsando el crecimiento, inspirando confianza que lleva a cabo Merck, contribuyen a aumentar la conciencia social sobre la importancia de vigilar el crecimiento. Transmiten un mensaje fundamental: la estatura infantil no debe considerarse únicamente una cuestión estética o comparativa, sino un parámetro de salud que refleja el bienestar presente y futuro del niño.
Ante la sospecha de un crecimiento insuficiente, ya sea porque el niño parece más bajo que sus compañeros o porque no ha experimentado un aumento aceptable en el último año, es recomendable consultar con el pediatra. En muchos casos la explicación será benigna y tranquilizadora; en otros, la valoración especializada permitirá descartar enfermedades o iniciar un tratamiento a tiempo.
El seguimiento sistemático del crecimiento infantil constituye una herramienta clínica de gran valor. Detectar precozmente los problemas de crecimiento permite actuar con eficacia y podría mejorar el pronóstico a largo plazo. El crecimiento de un niño no solo se mide en centímetros: refleja de manera integral su salud y bienestar futuros.
Autora:
M. Laura Bertholt Zuber, endocrinóloga pediatra del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander
La madrugada del 29 de octubre de 2024, una DANA devastadora arrasó parte de la provincia de Valencia, dejando 237 personas fallecidas y cientos de miles afectadas. Un año después, el recuerdo sigue vivo en quienes lo vivieron y, especialmente, en las asociaciones de pacientes que desde el primer momento tomaron las riendas para proteger a los más vulnerables. Como ALCER Castalia, dedicada a los pacientes con enfermedades renales, y Aguafa, que da servicio a personas con alzheimer y sus familias en Guadassuar, una de las 75 poblaciones castigadas por la riada. Esta ha sido su experiencia a lo largo de este año.
Un espacio recuperado 6 meses después
María Olmos, presidenta de Aguafa (Associació de Guadassuar d’Amics i Familiars de Malalts d’Alzheimer), recuerda con emoción y crudeza los días posteriores a la catástrofe. La sede de la organización, que alberga el centro de día que atiende a personas con enfermedad de Alzheimer, quedó completamente anegada. «Sin cocina, sin mobiliario, sin nada? Fueron momentos de llorar y de ponerse manos a la obra», rememora. Afortunadamente, ante el aviso de fuertes lluvias, ese día se decidió no abrir el centro por precaución. Gracias a esa decisión, no hubo víctimas humanas entre los usuarios y los trabajadores, pero el daño material y emocional fue profundo.
La respuesta no se hizo esperar. Decenas de voluntarios y profesionales comenzaron a limpiar y organizar la atención domiciliaria para las 35 familias atendidas por la asociación. ?Se formaron equipos que visitaban casa por casa y, a la vez, ofrecíamos actividades grupales cuando era posible. Nos adaptamos para no dejar a nadie atrás», señala Olmos.
El centro de día de Aguafa después de la tragedia / Foto: Aguafa
A partir de abril, con parte del edificio ya en uso, comenzaron a recuperar la atención presencial. Una ayuda de la Fundación Reina Sofía permitió ofrecer actividades de respiro durante los fines de semana para los familiares, y poco a poco se han ido rehabilitando todas las instalaciones. «Ha sido un año durísimo, de muchísimo trabajo. Pero gracias a la colaboración de muchas personas, desde el propio pueblo hasta el extranjero, lo hemos logrado», dice emocionada., narran un año de lucha, reinvención y solidaridad.
Diálisis, largas rutas y alimentación especializada
Neus Pons, gerente de ALCER Castalia, describe cómo se vivió la emergencia en el ámbito de los pacientes renales. «Los primeros días fueron caóticos, pero logramos coordinarnos con centros de diálisis, ambulancias y la Conselleria para que nadie quedara sin tratamiento», explica. Dos centros de diálisis (Catarroja y Alfafar) quedaron inoperativos, lo que obligó a reubicar pacientes en otros centros, a menudo muy alejados de sus domicilios.
Un año después, algunos de esos pacientes aún deben desplazarse durante más de una hora en transporte colectivo para acceder a su tratamiento, con el desgaste físico que ello supone. «Esperamos que los nuevos conciertos incluyan la creación de centros más cercanos», apunta Pons.
La emergencia también visibilizó necesidades críticas, como la alimentación especializada. ?Muchos pacientes renales solo podían acceder a comida enlatada, lo que no es compatible con sus dietas. Organizamos compras específicas y se las entregamos en sus centros de diálisis», recuerda. Además, ALCER ha gestionado ayudas económicas y ha acompañado en trámites para personas que perdieron vehículos o sufrieron daños en sus hogares.
Preparadas para lo que venga
Tanto desde Aguafa como desde ALCER Castalia se subraya la importancia de haber aprendido de la tragedia. Ambas entidades participan ya en nuevos protocolos de actuación frente a futuras emergencias. En el caso de ALCER, se han incorporado a un plan de emergencia coordinado con la Conselleria de Sanidad, que contempla medidas como la distribución de listados de pacientes vulnerables, teléfonos de contacto directo y la entrega de terminales de comunicación vía satélite para casos de corte en las redes móviles. «Nos da miedo cada vez que anuncian una alerta, pero ahora estamos más preparadas», asegura Pons.
En general, el movimiento asociativo de pacientes demostró, y sigue demostrando, que tiene una capacidad de respuesta ejemplar en situaciones de crisis como la acontecida ahora hace un año. Por aquel entonces, Somos Pacientes pudo hablar también con Parkinson Valencia, Avalus, la Asociación Española contra el Cáncer o la Asociación Valenciana de Diabetes, que pusieron en marcha protocolos de emergencia de forma rápida y efectiva para dar cobertura a los pacientes que más lo necesitaban.
Gracias a su labor, pudieron mantenerse terapias a domicilio, atención psicológica, acompañamiento telefónico, gestión de transporte y, por supuesto, campañas de recaudación para que las personas que perdieron muchas o todas sus pertenencias pudieran seguir adelante.
En este sentido, la Asociación Española de Fundaciones acaba de publicar un informe que asegura que más de 130 entidades sin ánimo de lucro se movilizaron tras la DANA, el 75% de ellas con acciones no monetarias como voluntariado, asesoramiento o donación de materiales esenciales. Aunque, según este documento, también ha sido decisiva la colaboración entre entidades, una de las claves del impacto positivo logrado.
El valor de las asociaciones
Para mostrar esa labor y el arrojo con el que muchas asociaciones se volcaron en su labor durante los días más duros tras la tragedia, Somos Pacientes elaboró el videorreportaje El valor de las asociaciones de pacientes en medio de la DANA, un homenaje producido junto con la Fundación Farmaindustria. El vídeo recoge testimonios conmovedores que narran los esfuerzos realizados para que ningún paciente quedara desatendido en los peores momentos.
Afortunadamente, un año después se han recuperado muchos de los servicios que entonces se perdieron, aunque todavía quedan retos pendientes, como esos centros de diálisis que quedan por reabrir, o los más de 700 ascensores que quedan por arreglar, según la Asociación de Empresas de Ascensores de la Comunitat Valenciana (Ascencoval). Ejemplos clarificadores del trabajo que aún queda por hacer para mejorar la situación de muchos de esos pacientes que quieren pasar página un año después.
En el marco del Día Mundial del Ictus, que se conmemora el 29 de octubre, la Sociedad Española de Neurología (SEN), la Fundación Freno al Ictus y el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN (GEECV-SEN), con la colaboración de la Fundación Gmp, organizaron en Madrid el Encuentro Científico y Social sobre Ictus. Un espacio de reflexión, divulgación y participación que puso el foco en los datos epidemiológicos y, sobre todo, en la experiencia de pacientes, cuidadores y profesionales sanitarios.
La advertencia es clara: si no se toman medidas efectivas, la incidencia del ictus podría aumentar un 81% en 2050, con un impacto especialmente alto entre mujeres mayores de 80 años y hombres entre 70 y 79 años. La SEN estima que, solo en los próximos 15 años, los casos crecerán un 35%. Actualmente, se producen cerca de 90.000 nuevos casos al año en España, donde el ictus es ya la primera causa de muerte en mujeres y la principal causa de discapacidad adquirida en adultos.
El acto fue inaugurado por Francisco Fernández López, director de la Fundación Gmp; el Dr. Jesús Porta-Etessam, presidente de la SEN; y Julio Agredano Lozano, presidente de la Fundación Freno al Ictus, quienes coincidieron en señalar la importancia de reforzar la prevención y la concienciación como herramientas clave para frenar esta tendencia.
La vida tras un ictus
Uno de los momentos más significativos de la jornada fue la mesa redonda Vida después de un ictus: pacientes, cuidadores y especialistas juntos para mejorar el sistema, en la que participaron profesionales sanitarios y personas que han vivido la enfermedad en primera persona. Claudia Trujillo, trabajadora social de la Fundación Freno al Ictus, destacó la necesidad urgente de conectar los sistemas sanitario y social para garantizar una continuidad asistencial que no deje a nadie atrás. ?Las secuelas invisibles del ictus también necesitan atención y comprensión social?, recalcó.
Patricia Simal, coordinadora científica de la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud, recordó que cada caso representa una historia de vida. ?Estos espacios de diálogo nos enseñan que debemos construir juntos una atención más coordinada, integral y humana?, afirmó.
La Fundación Freno al Ictus presentó además su nueva campaña Las secuelas de un ictus: espasticidad, centrada en visibilizar uno de los efectos más incapacitantes y menos comprendidos de esta enfermedad. Su presidente, Julio Agredano, insistió en que solo la colaboración entre pacientes, familias, profesionales e instituciones permitirá dar una respuesta real al ictus y sus consecuencias.
Prevención como pilar fundamental
María del Mar Freijo Guerrero, neuróloga del Hospital Universitario de Cruces de Bilbao, expuso en su intervención que el control de factores de riesgo como la hipertensión o el colesterol podría reducir hasta en un 47% y un 20%, respectivamente, la incidencia del ictus. ?El 90% de los ictus podrían evitarse con hábitos cerebro-saludables y un buen control de los factores de riesgo?, subrayó. Además, recordó que aunque las terapias como la trombólisis y la trombectomía han reducido la mortalidad, el número de personas que conviven con secuelas aumenta debido al envejecimiento y a la mejora en la supervivencia.
La especialista también destacó el papel de la tecnología, la robótica y la innovación en el futuro de la rehabilitación, así como la importancia del seguimiento coordinado entre atención primaria, neurólogos y personal de enfermería para garantizar una atención a largo plazo efectiva.
Cuidados y resiliencia
De hecho, la atención enfermera centró otra de las ponencias principales. Purificación Enguix Bou, enfermera del Hospital La Fe de Valencia, defendió que los cuidados especializados tienen un impacto directo en la recuperación tras un ictus. ?Detectar y prevenir complicaciones en la fase subaguda es una tarea enfermera: acompañamos, velamos y enseñamos al paciente y a su familia, transformando necesidades en soluciones?, señaló.
El testimonio de Yolanda Torosio, actriz, bailarina y superviviente de ictus, cerró la jornada con un mensaje de resiliencia. A través de la charla Bailando con la adversidad, compartió cómo el arte y la danza le ayudaron en su proceso de recuperación. ?Aprendí a mirar lo que tengo y no lo que me falta. Incluso del limón más amargo se puede hacer la mejor limonada?, expresó con emoción.