Más de 600 personas con diabetes han completado este año la formación ‘Agente Educativo en Diabetes’, un programa terapéutico promovido por la Federación Española de Diabetes (FEDE) que ha demostrado ser una herramienta eficaz para mejorar el autocuidado y prevenir complicaciones graves. La formación terapéutica se ha convertido en una herramienta transformadora para las más de cinco millones de personas que conviven con la diabetes en España, un colectivo que, a pesar de su tamaño, sigue enfrentando múltiples desafíos para recibir atención personalizada, apoyo emocional y recursos para el autocuidado.
Según los datos presentados en la IV Jornada ‘El papel del Agente Educativo en Diabetes’, más de dos tercios de los participantes han logrado reducir la aparición de episodios graves relacionados con la enfermedad, lo que refuerza el valor de la educación terapéutica entre iguales como pilar clave en el manejo de esta patología crónica.
La jornada, celebrada en la sede de la Fundación de la Sociedad Española de Diabetes (FSED) en Madrid, reunió a una treintena de representantes institucionales, profesionales sanitarios, asociaciones de pacientes y personas que han participado en esta formación. El acto contó con la presencia de figuras destacadas como Antonio Pérez, presidente de la FSED; Celia García Menéndez, directora general de humanización, atención y seguridad del paciente de la Comunidad de Madrid; Juana Mateos Rodilla, jefa del servicio de coordinación de la Escuela Madrileña de Salud; Gemma Arribas González, miembro de la Asociación de Diabetes de Móstoles; y Antonio Lavado Castilla, presidente de FEDE.
“Este curso no solo ofrece conocimientos, sino también confianza, autonomía y una red de apoyo entre iguales”, subrayó Antonio Lavado durante su intervención. A través de módulos interactivos, materiales digitales y acompañamiento personalizado, el curso proporciona herramientas prácticas para la gestión de la enfermedad, la prevención de complicaciones y el empoderamiento del paciente.

Una red de Agentes Educativos con impacto real
Uno de los principales logros del programa es que los participantes pueden ejercer como Agentes Educativos en Diabetes en sus comunidades locales, compartiendo lo aprendido con otros pacientes y reforzando la red de apoyo entre iguales. Estos agentes se convierten así en referentes en autocuidado, ayudando a otras personas con diabetes a mejorar su calidad de vida.
En la edición de este año, la formación ha incorporado módulos específicos sobre complicaciones de la diabetes, que han sido especialmente valorados por los asistentes. Estos contenidos abordan aspectos clave como la hipoglucemia, el pie diabético, la retinopatía, la salud cardiovascular o la importancia de la adherencia al tratamiento. Todo ello se ofrece desde un enfoque práctico y accesible, diseñado para facilitar el aprendizaje en diferentes niveles de conocimiento.
La jornada también ha servido para poner en común las experiencias de los Agentes Educativos y reconocer su compromiso con la salud de su entorno. Gemma Arribas, miembro de la Asociación de Diabetes de Móstoles y una de las participantes en el programa, explicó cómo el curso le ha permitido “comprender mejor su enfermedad, detectar señales de alarma y enseñar a otros pacientes a actuar con rapidez y seguridad ante situaciones de riesgo”.
Hacia una nueva etapa del programa
Mirando al futuro, FEDE tiene previsto escalar esta formación a otro nivel mediante el desarrollo de una nueva plataforma online, más dinámica, accesible e interactiva. Según avanzó Antonio Lavado, el objetivo es “llegar a más personas, mejorar la experiencia de aprendizaje y facilitar el acceso desde cualquier punto del territorio”. Esta evolución permitirá adaptar el contenido a diferentes perfiles de pacientes, incorporar herramientas multimedia y reforzar el seguimiento personalizado. Además, la federación se ha marcado como prioridad impulsar el reconocimiento del Agente Educativo en Diabetes como figura clave dentro del sistema sanitario, en línea con las recomendaciones internacionales sobre participación activa del paciente en la toma de decisiones y en la promoción de su salud.
En palabras de Antonio Lavado, “estamos convencidos de que formar a pacientes para que ayuden a otros pacientes no solo es eficaz, sino necesario. Es una forma de empoderar, de compartir, de crear comunidad. Y eso, en una enfermedad crónica como la diabetes, marca una gran diferencia”.