El desarrollo de nuevos medicamentos no empieza en los laboratorios de las grandes compañías, sino mucho antes, en grupos académicos, hospitales y pequeñas empresas biotecnológicas que trabajan, muchas veces, con recursos limitados. Conectarlos con la industria farmacéutica para que sus hallazgos no se queden a medio camino es el propósito del programa Farma-Biotech de Farmaindustria, que acaba de celebrar su XXVI Encuentro de Cooperación. En esta nueva edición se han presentado siete proyectos punteros con foco en oncología, obesidad, nefrología y hepatología, áreas con un enorme impacto en la vida de miles de pacientes.
Según explican desde el programa, se trata de iniciativas nacidas en centros científicos y pequeñas startups y spinoffs que han alcanzado un grado de madurez suficiente como para explorar acuerdos de colaboración con compañías farmacéuticas. El objetivo último es claro: transformar la buena ciencia en tratamientos reales para pacientes con cáncer, enfermedades renales crónicas, patologías hepáticas o trastornos relacionados con la obesidad, que hoy siguen teniendo importantes necesidades no cubiertas.
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Un puente entre el laboratorio y la cama del paciente
Farma-Biotech se puso en marcha en 2011 dentro de la Plataforma Tecnológica Española de Medicamentos Innovadores con una misión muy concreta: servir de puente entre la investigación preclínica y el desarrollo clínico de nuevos fármacos. Desde entonces el programa ha evaluado más de un millar de propuestas y, solo en 2025, ha analizado más de 80 iniciativas, de las que una selección muy reducida llega a los encuentros de cooperación.
Los proyectos no se eligen al azar. Deben cumplir criterios de alta calidad científica e innovación a escala internacional, así como mostrar un avance técnico sólido y una protección industrial suficiente. Es decir, tienen que estar en un punto en el que la industria pueda plantearse seriamente invertir para llevarlos a fases posteriores de desarrollo. Este filtro busca maximizar las opciones de que las ideas presentadas acaben convertidas en medicamentos o terapias que modifiquen el curso de enfermedades graves.
Impacto directo en patologías crónicas
En esta XXVI edición, los siete proyectos seleccionados abordan campos clave de la medicina actual: la lucha contra distintos tipos de cáncer, el abordaje de la obesidad –uno de los grandes factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas–, así como nuevas aproximaciones en nefrología y hepatología.
Aunque la naturaleza de los desarrollos es diversa (desde nuevas dianas terapéuticas hasta plataformas de tratamiento o moléculas innovadoras), todos comparten una misma lógica: ofrecer alternativas más eficaces y seguras a pacientes que hoy dependen de tratamientos con resultados insuficientes o con importantes efectos secundarios. El encuentro permite que los investigadores expliquen de primera mano sus avances a los equipos de I+D de siete compañías farmacéuticas, facilitando un diálogo directo que, de otro modo, sería mucho más complejo.
Inversión pública y riesgo compartido
Detrás de cada potencial medicamento hay años de trabajo y un riesgo elevado de fracaso. Por eso, desde la dirección de Investigación Clínica y Traslacional de Farmaindustria se insiste en la necesidad de combinar el impulso privado con una apuesta decidida por la financiación pública en las fases más tempranas. Cuando un proyecto todavía no ha generado suficientes datos para atraer inversión privada, disponer de fondos públicos que entiendan la lógica de la investigación biomédica puede marcar la diferencia entre avanzar o quedar bloqueado.
Este enfoque de “riesgo compartido” es especialmente relevante para pequeños grupos académicos o pymes biotech que trabajan en indicaciones complejas, como determinados tumores o enfermedades renales y hepáticas crónicas, donde desarrollar un nuevo tratamiento exige largos procesos de ensayo y error. Si la conexión con la industria no llega a tiempo, muchos de estos proyectos corren el riesgo de quedarse en publicaciones científicas sin llegar nunca a los hospitales.
Segundo encuentro del año
El XXVI Encuentro Farma-Biotech es el segundo celebrado este año, lo que refleja la consolidación de un modelo de colaboración que se ha ido reforzando a lo largo de más de una década. Ediciones previas, como la celebrada en Barcelona con la colaboración de Biocat, han permitido, además, potenciar polos regionales de innovación como la BioRegión de Cataluña y visibilizar un portafolio creciente de oportunidades en terapias avanzadas y medicina de precisión.
Para los pacientes, el valor de este tipo de iniciativas no está solo en las cifras de proyectos analizados, sino en la posibilidad real de que diagnósticos como “cáncer avanzado”, “enfermedad renal crónica” u “obesidad grave” vayan acompañados en el futuro de más opciones terapéuticas, más personalizadas y con mejores resultados en salud.