La lumbalgia, esto es, el dolor localizado en la zona baja –o lumbar– de la espalda, constituye a día de hoy la primera causa de discapacidad y calidad de vida perdida en todo el mundo. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Sídney (Australia) y publicado en la revista Annals of the Rheumatic Diseases, órgano oficial de la Liga Europea contra las Enfermedades Reumáticas (EULAR).
De acuerdo con los datos del estudio, el 9,4% de la población mundial sufre lumbalgia, localizándose la mayor prevalencia en los países de Europa Occidental. Y como alertan los autores, “dado el envejecimiento poblacional en todo el mundo, y muy especialmente en los países en desarrollo, la cifra de personas con lumbalgia se incrementará de manera substancial en las próximas décadas”.
Sobre todo en varones
Para llevar a cabo la investigación, los autores analizaron los datos de 117 ensayos clínicos realizados en 47 países para compararlos con los ya incluidos en el Estudio sobre la Carga Mundial de Enfermedades 2010 –en el que se recoge información sobre salud pública de 187 países en los años 1990, 2005 y 2010.
El resultado es que, de una lista de 290 enfermedades incluidas en el Estudio, la lumbalgia se sitúa en primer lugar en términos de años perdidos por discapacidad.
Asimismo, y por lo que refiere a los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) –parámetro resultante de la combinación del número de años de vida perdidos por muerte prematura y la cifra de años vividos con discapacidad–, la lumbalgia se sitúa en la sexta posición del listado final de 291 enfermedades. Y es que solo en 2010, las posturas anatómicas adoptadas en el trabajo causaron un total de 21,7 millones de AVAD.
Además, y en función de los AVAD, el estudio también identifica a las personas con mayor riesgo de padecer lumbalgia: varones –hasta un 62% del total de AVAD–, por lo general con edades comprendidas entre los 35 y los 65 años. Y en el caso de los agricultores, el riesgo de lumbalgia es hasta 3,7 veces superior que el que presenta el resto de trabajadores.
– ¿Quieres leer (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Annals of the Rheumatic Diseases’?