Aconseja a los gobiernos que prioricen aquellos capítulos favorables al crecimiento

El Banco Central Europeo recomienda más inversión en Sanidad

Publicado el por Somos Pacientes

Los gobiernos de la Eurozona (los 19 Estados miembros de la Unión Europea que han adoptado el euro como moneda oficial) deberían analizar sus partidas de gasto e ingresos, y reorientarlas a Sanidad y Educación, debido al entorno de bajo crecimiento estructural, elevado desempleo y deuda, según un estudio publicado este martes por el Banco Central Europeo (BCE).

La institución explica que las finanzas públicas de los Diecinueve están «limitadas para la aplicación de políticas expansivas» por las elevadas tasas de deuda. De hecho recuerda que, aunque está disminuyendo, la deuda pública total asciende al 90% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Eurozona.

Es por esto que el BCE cree que los países pertenecientes a la moneda única tienen como cometido fomentar el crecimiento sin comprometer la sostenibilidad fiscal, un reto para el que considera indispensable reorientar la composición de los presupuestos.

Recomienda así que los gobiernos canalicen su gasto público -que representa un promedio del 48% del PIB de la eurozona- hacia las partidas de Sanidad, Educación e, incluso, Infraestructuras, es decir, hacia categorías que califica como favorables al crecimiento. «Se debe prestar especial atención a redirigir más recursos hacia estas áreas, ya que se ha demostrado que este tipo de gasto tiene efectos positivos a largo plazo sobre el crecimiento, mientras se recorta el gasto menos productivo», señala el BCE en el estudio.

De esta forma, se suma a las llamadas de aquellos que piden mayores inversiones en el bloque, donde, a pesar del «repunte cíclico», existen escasas perspectivas de crecimiento a largo plazo y un gran problema respecto a la deuda.

La institución también sugiere la necesidad de aliviar la carga fiscal sobre los trabajadores y las empresas, y gravar la propiedad y el consumo.

El BCE, que establece la política monetaria de la zona euro, no tiene una voz directa en la política fiscal de los gobiernos, pero uno de sus miembros participa en las reuniones de los ministros de Finanzas del bloque.