Unidos por la salud

Pertenece y transforma la comunidad de pacientes

La Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) reivindica el papel esencial de las asociaciones como agentes activos de la investigación. Así lo ha manifestado la entidad con motivo de Día Internacional de los Ensayos Clínicos, que se conmemora el 20 de mayo. Un día que pone de relieve el papel fundamental de los ensayos clínicos en el desarrollo de tratamientos innovadores para enfermedades como el Alzheimer y otras demencias.

En este sentido, las asociaciones de pacientes como CEAFA desempeñan un papel crucial en la divulgación de la importancia de los ensayos clínicos y en la preselección de las personas que reúnen las condiciones adecuadas para participar en ellos. ?A través de campañas informativas facilitamos la conexión entre los pacientes y los equipos de investigación, contribuyendo de forma significativa a que los ensayos clínicos cuenten con la participación de los perfiles adecuados, mejorando así la calidad y la efectividad de los estudios?, afirma la entidad.

Participación activa e información clara

Cada año, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) autoriza en torno a 4.000 ensayos clínicos en Europa. En el proceso de desarrollo de un medicamento, investigadores y pacientes son necesarios, por ello, CEAFA resalta la necesidad de que más personas se presenten para participar en ensayos clínicos, ya que su colaboración es vital para avanzar en la investigación de nuevos tratamientos para el Alzheimer.

En este sentido, uno de los mayores retos a los que se enfrentan tanto los pacientes como los profesionales de la salud es la falta de información clara y actualizada sobre los ensayos clínicos. A pesar de los avances en la investigación, la información disponible sigue siendo, en muchos casos, insuficiente o difícil de comprender. La falta de transparencia y la complejidad de los términos científicos dificultan la toma de decisiones informadas. Desde CEAFA, subrayan ?la necesidad urgente de ofrecer información sencilla y accesible para los pacientes, permitiéndoles conocer con detalle en qué consisten los ensayos clínicos, las fases que los componen y los posibles riesgos y beneficios que conllevan?.

Por último, este día es una oportunidad para recordar que es fundamental seguir impulsando la investigación en Alzheimer para conseguir avances como los nuevos tratamientos farmacológicos (lecanemab y donanemab), que han demostrado ser prometedores en la ralentización de la progresión de la enfermedad.  En este sentido CEAFA anima a que se continúen los esfuerzos en la investigación y que los pacientes tengan la oportunidad de participar en ensayos clínicos, ?como parte activa de un proceso que no solo beneficia a quienes participan directamente, sino que también avanza en el desarrollo de tratamientos que puedan transformar la vida de millones de personas?.

La Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) se suma hoy a la celebración del Día Internacional del Ensayo Clínico. En esta edición, el lema elegido es ?Rethinking Clinical Trials: Inclusivity in Practice? (Repensar los ensayos clínicos: la inclusión en la práctica). En línea con las prioridades europeas, la investigación clínica se reinventa para ser más inclusiva y equitativa.

El lema de este año aborda ?la falta de representatividad en los ensayos clínicos de las poblaciones que finalmente reciben un tratamiento, así como la falta de equidad en el acceso a terapias innovadoras en investigación?. Así lo explica el Dr. Alberto M. Borobia Pérez, especialista de la SEFC y profesional del Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Universitario La Paz de Madrid-IdiPAZ.

Para conseguirlo, pone en contacto a todos los agentes implicados en investigación clínica para entender cuáles son las barreras existentes en la actualidad. ?La idea es difundir las iniciativas actuales en marcha desde distintas perspectivas: la visión de los investigadores, industria farmacéutica, reguladores, comités éticos y pacientes?, comenta el Dr. Borobia, que también es profesor del Departamento de Farmacología de la Universidad Autónoma de Madrid y coordinador de la Plataforma Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) de Apoyo a la Investigación Clínica (SCReN).

En esa reinvención del ensayo clínico tiene un papel destacado el Proyecto READI (1 y 2), una iniciativa europea de colaboración público-privada que tiene como objetivo cambiar la manera en la que se hacen los ensayos clínicos en Europa, desde la fase de diseño hasta su desarrollo, con medidas que permitan mejorar la inclusión de poblaciones infrarrepresentadas y desatendidas en Europa, y en cada uno de sus países.

Ensayos descentralizados y digitales

Según el Dr. Borobia, las herramientas de descentralización de ensayos clínicos también pueden ser de gran utilidad para facilitar la inclusión de muchas comunidades y poblaciones que tienen dificultad para participar en ensayos clínicos. ?Estas herramientas pueden permitir nuevos diseños con monitorización continua del paciente sin requerir su desplazamiento al centro. Esta reducción del número de visitas facilita la participación de pacientes que por su situación no pueden acceder con facilidad a los centros del ensayo?, comenta el especialista de la SEFC.

Los ensayos descentralizados y digitales, sin embargo, también presentan barreras, como apunta el Dr. Borobia. ?No es tan sencilla su incorporación inmediata en nuestro medio?. Es necesario asegurarse de que estas herramientas (por ejemplo visitas remotas, telemedicina, ?) estén estandarizadas y validadas, y garanticen la protección de los participantes en su totalidad (seguridad, bienestar, intimidad, privacidad).

Otras limitaciones de estas herramientas se refieren a la necesidad de formación por parte del paciente. Además, dichos mecanismos pueden resultar poco intuitivos, con el riesgo de pérdida de contacto con el médico. En este sentido, se debe alinear la herramienta con el seguimiento, y se deben establecer mecanismos y sistemas de accesibilidad de registros y resultados sin que se vulnere la privacidad de los participantes.

Inteligencia artificial y análisis de datos

La inteligencia artificial (IA) y el análisis masivo de datos también son herramientas útiles para mejorar la inclusión y la equidad de la investigación clínica. ?Por un lado, la IA puede ser de gran utilidad para estratificar la muestra de pacientes según las variables consideradas al finalizar un ensayo clínico. Se puede emplear tanto en la fase previa como en la posterior del ensayo, ya sea para seleccionar perfiles representativos de pacientes o para analizar la composición final de la muestra en función de diversas características?, indica el Dr. Borobia.

Por otro lado, añade el experto, ?herramientas digitales que usen IA podrían utilizarse para mejorar y facilitar el acceso de la información a la población, haciéndola más accesible?. Por ejemplo, sería útil una herramienta que ajuste la información de un ensayo clínico a un lenguaje adaptado a la edad, formación, ámbito y país. De esta forma, se podría facilitar el acceso a los ensayos clínicos a población que habitualmente no participa en los mismos.

Problemas actuales de inclusión en España

En España, como en el resto de Europa, muchos ensayos clínicos incluyen población que no es representativa de los pacientes que finalmente recibirán el tratamiento, lo que conlleva lagunas de conocimiento que, en última instancia, repercuten en la calidad del tratamiento.

Además, existen barreras sistémicas y estructurales en la población que dificultan, en primer lugar, el acceso a los servicios de salud. Por ejemplo, la población rural en España enfrenta mayores dificultades para acceder a servicios de salud especializados, que habitualmente se concentran en centros ubicados en grandes ciudades. Esta situación también afecta a las personas con algún tipo de discapacidad. Además, las personas con un nivel educativo especialmente bajo pueden tener un conocimiento más limitado sobre sus derechos, opciones y recursos disponibles en el ámbito sanitario.

Respecto a la población infrarrepresentada en los resultados de los ensayos clínicos, el Dr. Alberto M. Borobia pone varios ejemplos. ?Es el caso de los ensayos clínicos que desarrollan medicamentos para la insuficiencia cardiaca. La población habitualmente incluida en estos ensayos tiene edades medias de entre 63-67 años, y son mayoritariamente varones, mientras que el perfil de población en España con insuficiencia cardiaca que recibe este tipo de tratamientos tiene edades medias superiores a los 75 años, con un predominio de población femenina. En el análisis de subgrupos de muchos de estos desarrollos no es raro encontrar cómo el ensayo clínico no consigue demostrar la eficacia en esta población?.

En todo caso, según el Dr. Borobia, ?muchos datos o características de la población no se suelen recoger en un ensayo clínico, como, por ejemplo, el nivel socioeconómico, el país de origen, si es población rural o urbana o el nivel de estudios. Por ello, es necesario identificar adecuadamente qué poblaciones son habitualmente infrarrepresentadas y desatendidas en España, como paso previo para desarrollar herramientas que permitan mejorar su participación y, por tanto, avanzar hacia un desarrollo de ensayos clínicos más inclusivos y representativos de la población?.

En el marco del Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), celebrado cada 19 de mayo, pacientes y profesionales sanitarios insisten en la necesidad urgente de abordar la salud sexual como parte esencial del tratamiento de estas patologías crónicas. La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que afectan a más de 300.000 personas en España, no sólo provocan síntomas digestivos, sino que impactan directamente en la esfera emocional, psicológica y también sexual de quienes las padecen.

Así lo destacaron las participantes de un episodio especial del podcast de Geteccu (Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa), dedicado a Sexo y EII. En él intervinieron Lucía Expósito, presidenta de ACCU España; Lourdes Pérez Restoy, sexóloga y educadora de género; y Marta Calvo, gastroenteróloga del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda. Juntas profundizaron en los desafíos a los que se enfrentan las personas con EII en su vida sexual y afectiva, y reivindicaron un enfoque integral en su abordaje clínico.

Una realidad silenciada

La fatiga, el dolor, los efectos de la medicación, las secuelas quirúrgicas, la enfermedad perianal o los problemas de incontinencia son algunos de los factores físicos que inciden en la sexualidad de las personas con EII. Pero a ellos se suman otros elementos menos visibles como el impacto psicológico, la alteración de la imagen corporal o la dificultad para establecer vínculos afectivos por la sensación de aislamiento o el miedo al rechazo.

?El diagnóstico de EII a veces se produce en etapas clave del desarrollo personal, como la adolescencia o la juventud, momentos en los que se construyen los vínculos sexuales y románticos. Cuando la enfermedad irrumpe, muchas personas se sienten solas, incomprendidas y sin herramientas para manejar los cambios en su cuerpo?, explicó Lucía Expósito durante la conversación.

Además, hablar de sexo sigue siendo un tabú, tanto en la consulta médica como entre los propios pacientes, lo que contribuye a cronificar un problema que podría abordarse con información y acompañamiento adecuados.

Falta de recursos especializados

?En las unidades de EII no hay sexólogos y apenas hay psicólogos, a pesar de que muchas de las disfunciones sexuales están ligadas al malestar psicológico. No basta con tratar la inflamación; tenemos que mirar a la persona en su conjunto?, subrayó la doctora Marta Calvo, quien también participó en la elaboración del reciente documento de posicionamiento de Geteccu sobre sexualidad en la EII.

Desde su experiencia clínica, Calvo recordó que los tratamientos, como los corticoides, pueden tener efectos negativos sobre la imagen corporal ?como el aumento de peso o el hirsutismo? que repercuten en la autoestima y el deseo sexual, especialmente en mujeres. También advirtió de que determinadas cirugías, como la anastomosis anal o los procedimientos en la zona perianal, pueden derivar en problemas como dispareunia, falta de lubricación o pérdida de sensibilidad.

Frente a esta realidad, Lourdes Pérez insistió en que es posible recuperar el bienestar sexual con el acompañamiento profesional adecuado: ?Hay recursos que los pacientes desconocen: existen fajas decorativas para quienes tienen ostomías, juguetes adaptados, mapas de zonas erógenas? pero es clave saber cuándo intervenir y hacerlo fuera de los momentos de brote?.

Escuchar a los pacientes, romper el tabú

Uno de los mensajes clave del episodio fue la importancia de escuchar activamente a los pacientes, darles información útil desde el momento del diagnóstico y promover el asociacionismo como vía de empoderamiento. ?Aceptar la cronicidad de la EII es aceptar que las reglas del juego han cambiado. A partir de ahí, podemos reconstruirnos y redescubrir experiencias si contamos con datos y el apoyo de nuestra red de iguales?, concluyó Lucía Expósito.

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