Un nuevo estudio liderado por investigadores del Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas (CIEN) ha demostrado que la presencia de cuerpos de Lewy —una patología asociada a otras enfermedades neurodegenerativas como el Párkinson o la demencia con cuerpos de Lewy— acelera significativamente el deterioro cognitivo en personas diagnosticadas con alzhéimer.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista científica Brain, se basa en el análisis de datos de 865 pacientes con deterioro cognitivo leve, e introduce una nueva herramienta diagnóstica basada en biomarcadores que permite detectar estas proteínas anómalas en fases tempranas. La investigación ha sido liderada por el Dr. Jesús Silva-Rodríguez y el Dr. Michel Grothe, coordinadores de la Plataforma de Neuroimagen de CIEN, y sus conclusiones abren la puerta a un diagnóstico más preciso y a tratamientos personalizados en función de la patología real de cada paciente.
- Te interesa: España, frente al reto del deterioro cognitivo: más de 800.000 personas afectadas y un futuro incierto
Los cuerpos de Lewy son estructuras anormales compuestas por la proteína alfa-sinucleína, que se acumulan en el interior de las neuronas y provocan su degeneración progresiva. Esta patología es la causa principal del Párkinson y de la demencia con cuerpos de Lewy, pero estudios recientes de autopsias han revelado que hasta el 50% de los pacientes con Alzheimer también presentan esta co-patología.
Hasta ahora, la influencia de los cuerpos de Lewy en el curso del Alzheimer no estaba clara. Gracias a la utilización de nuevas técnicas de detección de alfa-sinucleína en el líquido cefalorraquídeo, el equipo del CIEN ha podido comprobar que la coexistencia de ambas patologías acelera el deterioro neurológico, a pesar de que el perfil clínico del paciente sigue siendo típicamente “Alzheimer”, lo que dificulta su diagnóstico sin herramientas especializadas.
Diagnósticos más precisos
Una de las aportaciones clave del estudio es el uso de ensayos de amplificación de semillas de alfa-sinucleína, una técnica de vanguardia que ya se aplica en otras enfermedades neurodegenerativas como el Párkinson, y que ahora demuestra su utilidad en el Alzheimer. Esta técnica permite detectar con alta sensibilidad la presencia de cuerpos de Lewy a partir de una simple muestra de líquido cefalorraquídeo.
Los investigadores clasificaron a los pacientes en función de la presencia o ausencia de biomarcadores de Alzheimer y cuerpos de Lewy. Los resultados muestran que aquellos con ambas patologías experimentan un deterioro cognitivo más rápido, una mayor afectación global y una evolución más agresiva de la enfermedad.
Sin embargo, al mantener un patrón de síntomas típico del Alzheimer —centrado en la pérdida de memoria—, estos casos pasan desapercibidos clínicamente, lo que refuerza la necesidad de contar con biomarcadores objetivos que permitan una detección más temprana y precisa.
Uno de los hallazgos más llamativos del estudio es que algunos pacientes, identificados clínicamente como Alzheimer, en realidad solo presentaban patología de cuerpos de Lewy, sin los biomarcadores característicos del Alzheimer. Estos pacientes desarrollaban síntomas diferentes, como alucinaciones, que son más propias de la demencia con cuerpos de Lewy.
Esto sugiere que la nueva técnica diagnóstica no solo puede identificar la co-patología en pacientes con Alzheimer, sino también detectar precozmente la demencia con cuerpos de Lewy, incluso antes de que aparezcan sus síntomas más característicos. En palabras del Dr. Jesús Silva, “los datos sugieren que la presencia de la patología de cuerpos de Lewy puede acelerar la evolución del Alzheimer, aunque los pacientes con esta co-patología no desarrollan necesariamente las características típicamente asociadas a ella en otros contextos”.
Tratamientos más adecuados
El avance en la identificación de estas patologías permite dar un paso más allá en la medicina personalizada. Según explica el Dr. Silva, “identificar a estos pacientes solo en base a la presentación clínica sería muy complejo, y la disponibilidad de los nuevos biomarcadores podría ser esencial para una detección más temprana y precisa”. Este enfoque más preciso podría tener repercusiones significativas en los tratamientos actuales, ya que los nuevos fármacos aprobados para el Alzheimer podrían no ser eficaces en pacientes que, en realidad, presentan también cuerpos de Lewy. Tal y como destacan los autores, caracterizar mejor la patología que subyace a los síntomas de deterioro cognitivo es clave para decidir el tratamiento más adecuado en cada caso.
La investigación ha contado con la financiación de la Fundación Reina Sofía y con la colaboración de un equipo multidisciplinar de expertos en neurociencia, diagnóstico por imagen y biomarcadores, reafirmando el compromiso del Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas con el avance del conocimiento sobre enfermedades neurodegenerativas. El trabajo también se enmarca en un contexto de creciente innovación en la lucha contra el Alzheimer, donde la detección precoz y la precisión diagnóstica son claves para frenar su progresión. Nuevos fármacos aprobados recientemente apuntan hacia tratamientos más eficaces, pero su éxito dependerá en gran medida de saber para quién están indicados, y eso requiere contar con herramientas como los biomarcadores desarrollados por CIEN.