Las infecciones de transmisión sexual (ITS) siguen creciendo a un ritmo alarmante en España, con un incremento del 1.073% en diagnósticos entre 2012 y 2019, según un informe del Observatorio de Salud Femenina. Aunque históricamente han afectado en mayor medida a los hombres, en los últimos años preocupa especialmente el aumento de casos entre mujeres jóvenes, un grupo que concentra el 80% de los diagnósticos y que se encuentra en plena etapa reproductiva. Gonorrea, sífilis y clamidia encabezan la lista de las ITS más frecuentes y con mayor capacidad para provocar infertilidad y complicaciones en el embarazo si no se tratan a tiempo.
De hecho, en los meses de verano, con las vacaciones y el incremento de las relaciones sexuales esporádicas, se dispara el riesgo de contagio. La doctora Xinxin Lin, ginecóloga de Ginefiv Barcelona, advierte que la perspectiva habitual de estas infecciones —centrada en su tratamiento clínico inmediato— no debe eclipsar sus consecuencias a largo plazo sobre la fertilidad. “Una infección no detectada puede complicar la gestación e incluso poner en riesgo al bebé”, señala.
La evidencia científica respalda esta preocupación: la enfermedad inflamatoria pélvica, la obstrucción de trompas y la esterilidad son consecuencias bien documentadas de ITS no tratadas. La falta de educación sexual y la baja utilización de métodos anticonceptivos agravan el problema: un 70% de las mujeres en España considera insuficiente su formación en sexualidad y hasta una de cada cuatro jóvenes de entre 15 y 19 años no emplea ningún método anticonceptivo.
Datos que no se pueden ignorar
La Organización Mundial de la Salud estima que cada día se producen más de un millón de nuevos casos de ITS curables en todo el mundo entre personas de 15 a 49 años. En España, la tendencia también es ascendente: entre 2021 y 2023 los casos de gonorrea aumentaron un 42,6%, los de sífilis un 24,1% y los de clamidia un 20,7%.
La resistencia creciente de la gonorrea a los antibióticos complica aún más esta situación, mientras que la sífilis sin tratamiento puede tener consecuencias devastadoras para el embarazo, afectando a entre el 50% y el 80% de los casos con complicaciones como abortos, partos prematuros o alteraciones neurológicas y musculoesqueléticas en los bebés. La clamidia, en la mayoría de los casos asintomática, es igualmente peligrosa por su asociación con infertilidad y embarazo ectópico.
Prevención y detección
Para reducir el impacto de las ITS en la salud reproductiva, la prevención se presenta como la herramienta más eficaz. El preservativo sigue siendo la barrera más efectiva, con un 98% de protección frente a estas infecciones. La doctora Lin insiste en la necesidad de romper tabúes y reforzar la educación sexual desde edades tempranas.
Asimismo, la detección temprana es fundamental, sobre todo en casos de infecciones asintomáticas. El Ministerio de Sanidad recomienda cribados anuales a las personas sexualmente activas y hasta trimestrales en caso de cambios frecuentes de pareja. Estas pruebas rápidas están disponibles en muchos centros de salud y pueden evitar complicaciones irreversibles.