La creciente preocupación por la salud mental en España ha motivado la puesta en marcha de una iniciativa impulsada por Farmaindustria con el objetivo de mejorar tanto la atención de los pacientes como el uso adecuado de los psicofármacos. Esta propuesta, que se encuentra en fase de desarrollo, destaca por su carácter colaborativo y multisectorial, y por dar voz a las asociaciones de pacientes como actores fundamentales en la transformación del sistema sanitario.

El proyecto parte del reconocimiento del aumento de la prevalencia de los problemas de salud mental, una realidad que se ha acentuado tras la pandemia de covid-19. Según el último Barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), uno de cada cinco españoles ha acudido a un profesional de la salud mental en el último año. Esta creciente demanda ha ido acompañada de un aumento en el consumo de psicofármacos, tal como recogen los datos más recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Aunque el uso de estos medicamentos es esencial en muchos casos para el control clínico de enfermedades mentales, los expertos coinciden en la necesidad de optimizar su prescripción y utilización. En este contexto, Farmaindustria ha constituido un Comité de Expertos para la Salud Mental, un espacio que integra profesionales de referencia en atención primaria, psiquiatría, geriatría, farmacología clínica, psicología, enfermería y farmacia, junto con representantes de asociaciones de pacientes.

Participación activa

Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es la integración de la visión de las organizaciones de pacientes. El Comité de Expertos ha promovido en los últimos meses un diálogo abierto con la sociedad civil organizada, reconociendo la importancia de incluir sus experiencias y propuestas en el diseño de políticas y estrategias de salud mental. Esta interacción busca garantizar que las recomendaciones finales del informe respondan no sólo a criterios clínicos y científicos, sino también a las necesidades reales de quienes conviven a diario con trastornos mentales.

A través de diversas sesiones de trabajo, los participantes han compartido conocimientos, identificado buenas prácticas y consensuado criterios para mejorar el abordaje integral de estas patologías. El informe resultante, cuya publicación está prevista para julio, incluirá un conjunto de recomendaciones basadas en la evidencia científica. El objetivo es doble: reforzar la calidad de la atención en salud mental en el Sistema Nacional de Salud y asegurar un uso más eficiente y seguro de los tratamientos psicofarmacológicos.

Hacia un modelo centrado en la persona

Desde Farmaindustria se insiste en la necesidad de adoptar un enfoque integral que tenga en cuenta tanto los aspectos clínicos como los sociales de la salud mental. En este sentido, la participación de pacientes y cuidadores se considera clave para avanzar hacia un modelo más humanizado y centrado en la persona. Asimismo, se subraya la relevancia de actuar de forma coordinada entre los distintos niveles asistenciales y disciplinas sanitarias para garantizar una atención continua y de calidad.

El compromiso de la industria farmacéutica innovadora con este proyecto no se limita a la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos, sino que abarca también la mejora de los procesos asistenciales y el impulso de una cultura del uso racional de los medicamentos. Este esfuerzo conjunto, que combina el conocimiento técnico con la perspectiva de los propios afectados, representa un paso significativo hacia un sistema sanitario más equitativo, sostenible y sensible a los retos que surgen en el ámbito de la salud mental.