En los últimos días Farmaindustria ha celebrado su I Semana del Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica, que se ha cerrado con la jornada Cómo contribuye el Sistema de Autorregulación de la Industria Farmacéutica a la sociedad. El evento ha servido para abordar el impacto de este modelo de buenas prácticas, con más de 20 años de historia, en los distintos agentes del sistema sanitario. En este sentido, Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), introdujo una reflexión sobre los retos aún pendientes con el colectivo al que representa.
Ésta subrayó que el sistema de autorregulación ha aportado «transparencia» a la relación entre la industria farmacéutica y las asociaciones de pacientes, que es «fundamental», pero insistió en la necesidad de que el vínculo entre ambas partes evolucione hacia un marco más colaborativo. “Hay que pasar de la transparencia y lo formal al reconocimiento mutuo y construir esa relación marcando unos indicadores compartidos«. Además, hizo mención al propio código ético que también autorregula a las organizaciones que se agrupan en la POP, sobre todo su relación con la industria.
Escobar remarcó la importancia de que las asociaciones sean vistas como un agente sanitario legítimo, con voz propia en los procesos de toma de decisiones. “Muchas de nuestras organizaciones tienen más de 50 años de historia, aportamos datos veraces en el ámbito de la salud, contrastados en el entorno de la ciencia, y contamos con profesionales formados y capacitados, a pesar de que la mayoría de las personas que conforman las asociaciones de pacientes lo hacen desde el voluntariado. Queremos hacer las cosas bien y necesitamos un reconocimiento institucional que nos permita participar plenamente”, añadió.
Palanca de cambio
Escobar reconoció el papel transformador del sistema de autorregulación en las dos últimas décadas, considerándolo una “palanca de cambio fundamental” para el crecimiento y profesionalización del movimiento asociativo. Destacó que gracias al apoyo de la industria, muchas asociaciones han podido desarrollarse, pero matizó que el reto ahora es avanzar hacia un modelo más equilibrado. “Conocemos a quién nos dirigimos, sabemos cómo colaborar, pero queremos que se valore cómo trabajamos y que se nos reconozca en la legislación como actores necesarios dentro del sistema sanitario.
A este respecto, solicitó también una evolución normativa que contemple su papel y ajuste el marco regulador para permitir una participación más amplia. “Necesitamos que la legislación avance, que se reconozca nuestra legitimidad, y que se nos permita participar, por ejemplo, de forma plena en los congresos científicos”, reclamó.
Avances
Por otra parte, la presidenta de Farmaindustria, Fina Lladós, defendió el sistema de autorregulación como un mecanismo clave para “garantizar prácticas éticas, transparentes y predecibles”, y agradeció el respaldo de administraciones como la Comunidad de Madrid o la Generalitat de Cataluña. Subrayó que el código de buenas prácticas —en vigor desde 2002 y actualizado por última vez en junio de 2023— ha facilitado las relaciones entre industria, profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes.
También participaron en el encuentro representantes de compañías farmacéuticas como AbbVie, Merck y Daiichi Sankyo, que valoraron positivamente el impacto del sistema en la mejora de procesos internos y en la construcción de una cultura de integridad. A su vez, desde las Administraciones, la viceconsejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Laura Gutiérrez, destacó que este código se ha convertido en “modelo para otros sectores”.
La jornada puso de manifiesto que, aunque se han logrado importantes avances, la consolidación de un sistema sanitario verdaderamente centrado en el paciente requiere seguir trabajando en el reconocimiento real de las asociaciones. Como concluyó Carina Escobar, “el apoyo legítimo de la industria ha sido clave, pero ahora necesitamos más que nunca que la administración y el conjunto del sistema nos reconozcan como parte indispensable del mismo. Solo así construiremos un futuro más justo, transparente y colaborativo para todos”.