Las mujeres con sobrepeso u obesidad tienen, frente a aquellas con un peso normal, mayor riesgo de sufrir un ictus isquémico, el tipo de accidente cerebrovascular que, otrora denominado ‘infarto cerebral’, es causado por una disminución u obstrucción del flujo sanguíneo en el cerebro. Sin embargo, este exceso de peso en las mujeres se asocia asimismo con una menor probabilidad de padecer un ictus hemorrágico, tipo de accidente cerebrovascular que, anteriormente conocido como ‘derrame cerebral’ y asociado a una mayor mortalidad, se produce por la hemorragia derivada de la rotura de un vaso sanguíneo cerebral. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y publicado en la revista Neurology.
Como explica el doctor Gillian Reeves, director del estudio, “nuestros resultados muestran que el riesgo de ictus isquémico, el tipo más común de accidente cerebrovascular, se encuentra incrementado en las mujeres con exceso de peso. Pero por el contrario, el riesgo de ictus hemorrágico es inferior en las mujeres con sobrepeso u obesidad. Así, nuestro trabajo apoya la evidencia creciente de que los diferentes tipos de ictus tienen a su vez distintos perfiles de riesgo”.
Obesidad e ictus
En el estudio, los autores llevaron a cabo un seguimiento durante un periodo de 12 años de un total 1,3 millones de mujeres con un promedio de edad de 57 años, 20.459 de las cuales acabaron sufriendo un ictus.
Los resultados mostraron que las mujeres con un peso normal tenían un riesgo de un 0,7% de padecer un ictus isquémico –2.253 casos en un total de 344.534 participantes– y de un 0,5% de sufrir un ictus hemorrágico –1.583 casos–. Unos riesgos que en el caso de las participantes con exceso de peso se establecieron respectivamente en un 1% –2.393 ictus isquémicos en un total de 228.274 participantes– y en un 0,4% –910 ictus hemorrágicos.
Por tanto, y conforme a los resultados, cada incremento de 5 kg/m2 en el índice de masa corporal (IMC) se asocia con un aumento del 21% en el riesgo de sufrir un ictus isquémico y con un descenso del 12% en la probabilidad de padecer un ictus hemorrágico.
Sin embargo, como concluye la doctora Kathryn Rexrode, Brigham and Women’s Hospital de Boston (Estados Unidos), en un editorial en el mismo número de la revista, “el menor riesgo de ictus hemorrágico no supone que las mujeres con exceso de peso tengan un riesgo reducido de ictus en general. Y es que un IMC elevado se asoció con un aumento del riesgo de ictus total en todas las categorías, y el número de ictus isquémicos fue superior al de ictus hemorrágicos en todas las categorías. Por tanto, un mayor IMC no se asocia con una protección frente al ictus. De hecho, la obesidad es un factor de riesgo significativo de ictus en todas las edades, sobre todo en adultos jóvenes”.
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