Cada año, más de 37.000 mujeres en España se enfrentan a un diagnóstico de cáncer de mama, una enfermedad que va más allá del cuerpo y alcanza la esfera emocional, social y vital de las pacientes. Por eso, cuando se acerca el 19 de octubre, Día Internacional contra el Cáncer de Mama, se impulsan diferentes iniciativas desde las asociaciones de pacientes, sociedades científicas y entidades sanitarias.

El objetivo: volver a visibilizar la complejidad de esta enfermedad y reforzar un mensaje común: el acompañamiento emocional y la personalización del tratamiento son claves para afrontar el proceso oncológico.

Espacios seguros para las emociones

Bajo el lema Ni somos de piedra ni estamos solas, Lilly y la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), con el aval de SEOM, GEICAM y SOLTI, han puesto en marcha una campaña impactante: un vídeo en el que las estatuas de Cibeles y La Mariblanca cobran vida para transmitir que las pacientes con cáncer de mama también sienten miedo, tristeza, impotencia o angustia ante la posibilidad de una recaída o una metástasis.

La iniciativa forma parte del movimiento “Entre Ellas”, y se acompaña del documento Universo de las emociones en alto riesgo de recaída y metástasis, elaborado por la psicooncóloga Marta de la Fuente. El texto identifica las emociones más frecuentes en estos momentos críticos, cómo se manifiestan y cómo gestionarlas. De fondo, una propuesta clara: generar espacios de escucha, validar lo que sienten las mujeres y recordarles que su experiencia es única, pero no solitaria.

“Cada paciente es única y su vivencia es personal e intransferible. Pero muchas emociones se repiten, especialmente en fases avanzadas: miedo, frustración, incertidumbre, tristeza… Aprender a reconocerlas y pedir ayuda profesional es clave para afrontar la enfermedad con más fortaleza emocional y calidad de vida”, explica De la Fuente.

Nuevas voces y enfoques en el Sillón Rosa

En paralelo, AstraZeneca ha estrenado la segunda temporada de su campaña El Sillón Rosa, un proyecto que da voz a profesionales sanitarios y pacientes para profundizar en los retos del cáncer de mama y su abordaje desde la oncología de precisión. En palabras del oncólogo José Ángel García Sáenz, cada 15 minutos se diagnostica un nuevo caso en España, y aunque la supervivencia supera el 85%, aún existen necesidades no cubiertas, especialmente en el cáncer de mama metastásico.

La doctora Belén Pérez Mies, especialista en Anatomía Patológica, destaca el papel crucial de los biomarcadores como HER2, Ki67 o BRCA, que permiten tratamientos “a la carta”, más eficaces y menos tóxicos. Además, la secuenciación masiva, la biopsia líquida o la inteligencia artificial son herramientas cada vez más integradas en el diagnóstico y seguimiento.

Pero más allá de la tecnología, García Sáenz subraya el componente humano: “El diagnóstico de metástasis es una información muy sensible. Nuestro papel también es humanizar cómo la comunicamos y acompañar en el proceso”.

Cuidarse por dentro y por fuera

La atención integral y la humanización del tratamiento también estuvieron en el centro de la VIII Jornada ‘Juntas contra el Cáncer’, organizada por HM Hospitales en el Auditorio Reina Sofía del Hospital HM Sanchinarro. Con más de 200 pacientes presentes, el encuentro se centró en la inmunoterapia, el seguimiento personalizado y el cuidado del bienestar físico y emocional.

Bajo el lema Juntas por nuestra estética y salud sexual, se celebraron mesas redondas y talleres sobre cirugía reconstructiva, imagen corporal, salud ósea, fertilidad y sexualidad tras el tratamiento. La jornada también ofreció talleres prácticos como el de maquillaje oncológico, que ayudó a más de 30 mujeres a reconectar con su imagen y autoestima.

“Vivir bien forma parte de la recuperación. La atención debe contemplar lo emocional, lo psicológico, lo social. Las pacientes necesitan información clara, apoyo emocional y espacios donde compartir experiencias. Esa es también medicina”, afirmó la oncóloga Eva Ciruelos, coordinadora del encuentro.

Una nueva visión del cáncer de mama

Las campañas de Lilly, AstraZeneca y HM Hospitales coinciden en una visión compartida: el cáncer de mama es una experiencia vital compleja que debe abordarse desde una atención médica personalizada y una escucha activa hacia las necesidades reales de las pacientes.

Desde el miedo a la recaída hasta el cuidado de la salud sexual o la importancia de sentirse comprendidas, las mujeres han tomado la palabra para reclamar un modelo sanitario más humano, más preciso y más consciente de que curar no solo significa eliminar un tumor, sino también devolver la confianza y calidad de vida a quien lo padece.