Lograr un 70% de supervivencia en cáncer para el año 2030 es el gran objetivo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Para alcanzarlo, la entidad ha puesto en marcha una estrategia decidida que prioriza la investigación en los tumores con peor pronóstico, la captación y el impulso del talento joven, y la integración real de los pacientes en las decisiones científicas. En esta estrategia, el paciente tiene un papel clave: “Les hemos incluido en la selección de proyectos que finalmente adjudicamos o no, para contar con su visión, que nos digan qué proyectos piensan que encuentren un mayor beneficio para ellos y también para que nos cuenten nuevas necesidades que puedan ir detectando«, afirma Vanesa Abón, miembro de la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
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Uno de los grandes retos es dar visibilidad y recursos a los cánceres de baja frecuencia, como el de pulmón o el hepático, que tradicionalmente han recibido menos atención investigadora. En este sentido, Abón destaca que “dos de los galardonados con nuestra ayuda económica más relevante, de hasta 10 millones de euros, corresponden a estos tipos de cáncer”, en el marco de la convocatoria Retos AECC 70%.
Pero el compromiso de AECC con la ciencia va más allá de la financiación. También están promoviendo ensayos clínicos académicos, fundamentales para asegurar que pacientes de todo el país puedan acceder a terapias innovadoras sin depender de su código postal. Además, están apostando por proyectos en fases más avanzadas, que se encuentren próximos a patentar o a validar resultados en condiciones reales. “Es importante apoyar esa innovación que ya está cerca de llegar al paciente”, recalca Abón.
La apuesta también pasa por el impulso al talento joven. La organización está promoviendo que investigadores en etapas iniciales puedan crear sus propios grupos de investigación, evitando la fuga de cerebros y contribuyendo a consolidar una red científica más diversa, estable y conectada con las necesidades sociales. “Creemos en una investigación sostenida en el tiempo, no en esfuerzos puntuales”, añade.
Una de las iniciativas más transformadoras impulsadas por AECC es el programa PESI, que incorpora a pacientes oncológicos en el proceso de evaluación y selección de los proyectos que optan a financiación. “No solo queremos que nos ayuden a decidir qué investigaciones priorizar, también queremos que nos transmitan nuevas necesidades que quizá aún no estén identificadas desde la ciencia”, explica Abón. Su participación activa garantiza que las investigaciones tengan un impacto más directo y tangible en la calidad de vida de quienes conviven con la enfermedad.