29 de octubre, Día Mundial del Ictus

En el ictus, unos minutos pueden salvar la vida

Publicado el por Somos Pacientes

Bajo el lema ‘Un tiempo precioso’ –#Precioustime–, este viernes, 29 de octubre, se celebra el Día Mundial del Ictus, una efeméride impulsada por la Organización Mundial del Ictus (WSO) con el objetivo de informar y sensibilizar a la población sobre la importancia de mejorar la prevención de los accidentes cerebrovasculares y sobre la realidad y necesidades de los pacientes afectados y de sus familiares.

Como recuerda la WSO, “los ictus tienen lugar cuando se interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro. Y sin la sangre, las células cerebrales pueden resultar dañadas o incluso morir. Dependiendo de qué parte del cerebro se ve afectada y de la rapidez con la que es tratada la persona, los efectos sobre los supervivientes pueden devastar el organismo, la movilidad y el habla de la persona, así como la forma en que siente o piensa”.

De acuerdo con las estimaciones, en torno a 13,7 millones de personas padecerán un ictus en el presente 2021 en todo el mundo, elevando la cifra global de supervivientes a cerca de 80 millones. Sin embargo, y del total de accidentes cerebrovasculares que se registrarán este año, 5,5 millones tendrán un resultado letal.

Como informa la WSO, “cuando una persona sufre un ictus, todo segundo que transcurre es crucial. Y es que dado que el tejido cerebral y millones de neuronas comienzan a morir, el tiempo no puede resultar más preciosos. Nuestra campaña ‘Un tiempo precioso’ tiene por objetivo concienciar sobre los signos del ictus y los beneficios de acceder a tiempo a la atención médica”.

De hecho, y una vez presentado el accidente cerebrovascular, unos minutos pueden salvar la vida, así como la memoria, el movimiento, el habla y la autonomía. De ahí la importancia, capital, de conocer sus signos y síntomas, fundamentalmente la caída de una parte del rostro, la debilitación de un brazo –el paciente no tiene la capacidad de levantar ambos brazos– y la dificultad a la hora de hablar, momento en el que debe solicitarse urgentemente ayuda médica.

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Una de cada cuatro personas

En el caso específico de nuestro país, cada año se producen en torno a 111.000 nuevos casos de ictus. Y mientras al menos un 15% de los pacientes fallecerá a consecuencia del mismo, el 30% padecerá secuelas que les causará una dependencia funcional. De hecho, los accidentes cerebrovasculares ya constituyen la segunda causa de muerte en la población española –y la primera en mujeres–, así como la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto.

Como recuerda la doctora Mar Castellanos, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la de la Sociedad Española de Neurología (SEN), “cualquier persona puede sufrir un ictus, desde bebés hasta ancianos. Se estima que, en todo el mundo, un 25% de la población está en riesgo de sufrir uno a lo largo de su vida. En todo caso, se trata de una enfermedad en la que la edad es uno de los principales factores de riesgo y, debido al progresivo envejecimiento de la población española, se estima que en los próximos 20 años el número de casos aumente cerca de un 40%”.

Sin embargo, la edad no es el único factor de riesgo. De hecho, el 27% de los pacientes atendidos en los hospitales españoles aún no han cumplido los 65 años y el 8% no llegan a los 50. Y es que más de un 80% de los accidentes cerebrovasculares pueden evitarse controlando las cifras de tensión arterial y los niveles de colesterol y azúcar en sangre y llevando un estilo de vida saludable: dejar, o ni siquiera empezar, a fumar; limitar el consumo de alcohol; evitar el sobrepeso; realizar ejercicio de forma regular; y seguir una alimentación saludable, caso de la dieta mediterránea.

Como indica la doctora Castellanos, “estamos ante una enfermedad con unos índices altísimos en mortalidad y discapacidad. Pero el mensaje positivo es que, además de que se puede prevenir, hay formas de reducir significativamente su impacto. Reconocer los síntomas de un ictus, acudir cuanto antes a Urgencias, las terapias reperfusoras y el manejo de los pacientes en Unidades de Ictus, son aspectos que pueden mejorar sustancialmente el pronóstico«.

Así, como incide el doctor Jesús Porta-Etessam, vicepresidente de la SEN, “el ictus es una enfermedad tiempo-dependiente, lo que significa que cuanto más temprano sea su tratamiento en un hospital, mayor será la probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad y mayor también la de superarlo sin secuelas importantes».

En este contexto, y además de la pérdida de fuerza, las secuelas más comunes son la depresión, que se presenta en hasta un 64% de los casos; los problemas de memoria, siendo el ictus la segunda causa más frecuente de demencia tras el Alzheimer; la afasia, esto es, los problemas en el habla, la comprensión, la lectura y la escritura, que afecta a un tercio de los supervivientes de un ictus; y la espasticidad, es decir, la rigidez y tirantez de los músculos que interfiere seriamente en la capacidad para realizar actividades diarias.

Jornada en el Congreso

La Fundación Freno al Ictus, miembro de Somos Pacientes, organiza entre las 10:00 y las 12:00 horas de este viernes en el Congreso de los Diputados en Madrid y con la colaboración del GEECV de la SEEN, el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC) y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, la jornada divulgativa ‘Encuentro Científico, Social e Institucional sobre ictus para analizar desde diferentes perspectivas el impacto de la enfermedad en nuestro país.

– A día de hoy, 12 asociaciones de pacientes dedicadas al ictus ya son miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?