No se ha constatado ninguna prohibición para intervenir, pero sí retrasos

La crisis también recorta, hasta un 20%, la cirugía cardiaca

Publicado el por Somos Pacientes

Las intervenciones quirúrgicas cardiacas se han reducido un 20% en nuestro país, un descenso originado por la actual crisis económica y que, en opinión de los expertos reunidos en Sevilla con motivo de la celebración del XXI Congreso Bienal de la Sociedad Española de Cirugía Torácica y Cardiovascular (SECTV) –del 13 al 16 de junio–, debe calificarse, cuando menos, como «preocupante«.

En palabras del Dr. Miguel Josa, presidente de la SECTV, «carecemos de cifras concretas, pero hay áreas en que la actividad de cirugía cardiaca se ha reducido hasta en un 20%, algo preocupante porque hasta este momento ya había una cierta falta de disponibilidad de cirugía para un número determinado de pacientes. Y es que el impacto de los recortes en este campo puede ser francamente negativo«.

Los recortes, además, no afectan únicamente a los pacientes. También a la formación de los cirujanos que se están preparando para ser especialistas en el futuro. No en vano, el descenso en la actividad quirúrgica también limita la capacidad de los actuales facultativos para entrenar a los médicos del futuro.

Retrasos, que no limitaciones

A pesar de la situación, como asegura el Dr. José Miguel Borrego, presidente del Comité Organizador del Congreso, «no hay constancia de que exista ningún caso en España en el que se haya prohibido o limitado el acceso a un tratamiento concreto a una persona». «Quizás lo que existe es más un retraso general en cuanto a la aplicación de los tratamientos, debido a que se ha disminuido el número de quirófanos, que una restricción en el acceso a los tratamientos», añade.

Sea como fuere, concluyen los Dres. Josa y Borrego, «si bien la salud poblacional es una responsabilidad de las administraciones y políticos y la salud y gestión de los pacientes una responsabilidad de los gestores de los hospital, la salud individual de un paciente es responsabilidad del médico que le atiende; y esto es sagrado para nosotros, ya que para un cirujano es muy difícil retraerse y no indicar un tratamiento a una persona simplemente porque exista un recorte».