Los avances en inmunoterapia han transformado el pronóstico del cáncer renal metastásico, una enfermedad tradicionalmente asociada a una esperanza de vida muy limitada. Así lo ha destacado la doctora Aránzazu González del Alba, presidenta del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG), en una jornada en la que se ha puesto de relieve la necesidad de mejorar el acceso a tratamientos innovadores y la detección precoz. ?Gracias a la irrupción de la inmunoterapia y a las nuevas estrategias de tratamiento, se ha conseguido incrementar la supervivencia en los pacientes y, en enfermedad metastásica, ya podemos hablar de largos supervivientes, con un 40% de pacientes que siguen vivos tras cinco años de seguimiento?, ha explicado González del Alba, que también coordina la Unidad de Tumores Genitourinarios del Hospital Universitario Puerta de Hierro, en Madrid.
- Te interesa: La secuenciación terapéutica logra supervivencias superiores a treinta meses en cáncer renal avanzado
Hasta hace apenas unos años, menos de la mitad de los pacientes con cáncer renal avanzado superaban los dos años desde el diagnóstico y solo un 10% alcanzaba los cinco años de supervivencia. La situación ha cambiado radicalmente con la llegada de las combinaciones de inmunoterapia, que han marcado un punto de inflexión clínico. A pesar de estos avances, el diagnóstico precoz sigue siendo uno de los grandes retos, debido a que este tipo de tumor no suele presentar síntomas hasta que está muy avanzado o se ha extendido a otros órganos.
?En muchas ocasiones, el diagnóstico tardío dificulta el tratamiento y compromete la supervivencia?, ha advertido la oncóloga. El cáncer renal causó en 2023 la muerte de unas 2.000 personas en España y se estima que más de 9.500 nuevos casos serán diagnosticados este año.
Además, ha recordado que si el tumor se detecta en su estadio más inicial, la tasa de supervivencia a cinco años puede superar el 95%, lo que refuerza la importancia de mejorar la visibilidad y el conocimiento de esta enfermedad entre la población.
Falta de acceso a tratamientos innovadores
Pese a los avances científicos, el acceso real a los tratamientos más efectivos no está garantizado para todos los pacientes. González del Alba ha denunciado que la mayoría de las personas con cáncer renal metastásico en España no reciben combinaciones de inmunoterapia e inhibidores de tirosina quinasa, a pesar de que se trata de la terapia estándar recomendada por las guías clínicas internacionales con el mayor nivel de evidencia científica. ?Es muy desalentador que tengamos tratamientos eficaces y seguros pero no estén disponibles para todos los pacientes debido a barreras administrativas, económicas o territoriales?, ha señalado.
Una crítica que ha sido compartida por el doctor Julio Lambea, oncólogo en el Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, quien ha lamentado que el cáncer renal reciba menos atención e inversión en investigación que otros tumores más prevalentes, como el de pulmón o el de mama. ?No ser un cáncer muy frecuente tiene consecuencias: menos fondos, menos visibilidad y más dificultades para los pacientes?, ha afirmado Lambea, quien considera prioritario dar voz a los pacientes en los procesos de toma de decisiones sobre acceso a fármacos oncológicos. El oncólogo también ha subrayado el papel fundamental de las asociaciones de pacientes para empujar los cambios necesarios en el sistema sanitario.
Necesidad de apoyo emocional y enfoque psicosocial
El impacto del cáncer renal no se limita al ámbito físico. Juan Carlos Julián, director general de ALCER (Federación Nacional de Asociaciones para la lucha contra las Enfermedades del Riñón), ha puesto el foco en las carencias existentes en el manejo emocional y social de los pacientes.
?La enfermedad afecta profundamente a la calidad de vida y al bienestar emocional, y muchos pacientes no cuentan con apoyo profesional ni programas de acompañamiento suficientes?, ha denunciado. Para cubrir esta laguna, desde ALCER proponen ampliar los programas de pacientes expertos, que ofrecen acompañamiento y orientación a quienes acaban de ser diagnosticados.
En su opinión, la financiación pública debe ir más allá de los tratamientos y contemplar también el impacto psicológico, social y laboral del cáncer renal. ?Se necesita una estrategia integral?, ha señalado.
Otro de los mensajes más repetidos durante la jornada ha sido la importancia del trabajo en equipo entre diferentes especialidades médicas. El vicepresidente de SOGUG, el doctor Sergio Vázquez Estévez, ha recalcado que el abordaje multidisciplinar es imprescindible en el cáncer renal, especialmente cuando se trata de tumores infrecuentes que pueden presentar un diagnóstico y tratamiento complejos. ?En cáncer renal, pero también en el cáncer en general, gracias al trabajo conjunto de oncólogos, urólogos, radiólogos, enfermería oncológica y otros especialistas, estamos logrando resultados impensables hace solo una década?, ha afirmado.
La falta de visibilidad
Pese a los avances en terapias y a la importancia del abordaje temprano, el cáncer renal sigue siendo un gran desconocido para buena parte de la población. Su carácter ?silencioso? y la falta de síntomas en fases iniciales lo convierten en un tumor de difícil detección, lo que subraya la necesidad de campañas de concienciación y educación sanitaria. ?La falta de visibilidad es un factor de riesgo porque frena el diagnóstico precoz. La mayoría de personas desconoce los síntomas de alerta y no existen suficientes campañas informativas?, ha lamentado González del Alba.
Los especialistas coinciden en que aumentar el conocimiento social sobre el cáncer renal debe ser una prioridad si se quiere mejorar el pronóstico global y aprovechar el potencial de las nuevas terapias. Además, consideran que es necesario incorporar la perspectiva del paciente en todos los niveles del proceso asistencial.